La extrema derecha no logra sacar adelante el veto parental en Extremadura pero asegura lealtad al PP

El veto parental reabre una antigua brecha entre el PP y Vox en Extremadura. El pleno de la Asamblea ha rechazado este jueves, con los votos de PP, PSOE y Unidas por Extremadura, la propuesta de impulso presentada por el partido de extrema derecha para implantar este veto, conocido como pin parental, en las aulas de la comunidad autónoma. No obstante, Vox ya había avanzado que no rompería su acuerdo de gobierno en Extremadura, aunque el PP votase en contra de la iniciativa, como ha sucedido.

La formación de Santiago Abascal ha defendido una propuesta para “revisar los currículos educativos y adoptar las medidas necesarias para la inmediata retirada de libros de texto y material educativo que contenga cualquier tipo de adoctrinamiento o contenido potencialmente dañino para la inocencia de los menores”. En esta iniciativa, que supone un veto o pin parental aunque Vox no utilice expresamente ese término, se plantea también “garantizar el conocimiento previo y aceptación de los padres de cualquier contenido afectivo-sexual o ideológico que puedan recibir sus hijos en el aula”.

La diputada del PP Sandra Valencia, encargada de defender la postura de su grupo en el debate, ha dejado claro que el Gobierno de María Guardiola solo estaría dispuesto a estudiar la modificación de decretos sobre currículos educativos siempre que hubiera “una demanda real”, que hasta el momento no existe, y solo se llevaría a cabo “contando con toda la comunidad educativa”.

Valencia ha defendido la libertad de cátedra y la profesionalidad de los docentes, así como la importante labor que llevan a cabo los inspectores de educación, además de recordar que las familias, a través de los consejos escolares, aprueban la Programación General Anual (PGA) de los centros.

La diputada popular ha manifestado que la Junta garantizará el derecho constitucional que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación que esté de acuerdo con sus convicciones, así como la neutralidad ideológica de la enseñanza en Extremadura, que es lo que aparece en el punto 32 del pacto de gobierno suscrito entre PP y Vox.

El diputado defensor de la propuesta de impulso, Álvaro Sanchez-Ocaña, se había mostrado contrariado por no saber exactamente cual sería el voto del PP, pero ha dejado claro, no obstante, que “Extremadura está por delante y nosotros vamos a cumplir el pacto de gobierno y, sobre todo, la gobernabilidad de todos los extremeños”.

La diputada socialista Piedad Álvarez se ha preguntado si Vox no será “la derechita cobarde” en Extremadura, ya que ni siquiera se atreve a hablar de “pin parental” y ha dejado claro que esta medida no se puede aplicar porque va contra la libertad de cátedra y cuestiona a los consejos escolares y al claustro de profesores.

Tanto Álvarez como la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, han defendido que la educación en valores es más necesaria que nunca después de las movilizaciones protagonizadas estos días contra la amnistía, cargadas de “odio y violencia”, ha dicho la dirigente de Podemos, con “cantos fascistas e insultos homófobos y racistas”.