La Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) ha sido sustituida tras la entrada en vigor del decreto de las reválidas y de la LOMCE. Pero el curso académico comenzado, y con todas las unidades didácticas en marcha, la comunidad educativa sigue sin saber cómo serán las pruebas de este año.
Estudiantes y familias desconocen cómo será la prueba que incorpora la Ley Wert, al igual que el profesorado, centros educativos y la administración regional.
La Consejería de Educación y Empleo y la Universidad de Extremadura han constituido un equipo técnico de trabajo para avanzar en la planificación de la nueva prueba de acceso a la Universidad.
Lo hace según el Ejecutivo extremeño a la espera de que el Ministerio de Educación publique la orden que debe desarrollar el Real Decreto de las pruebas finales de evaluación de Bachillerato. Ambas instituciones han decidido avanzar en la planificación para paliar “la gran incertidumbre y malestar” que se produce en la actualidad, y que el gobierno de Vara define de insólita.
Extremadura da un paso al frente y ha decidido que este curso las pruebas serán lo más parecidas posible a la Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) que los alumnos y alumnas han venido realizando hasta el pasado curso.
No obstante la consejería y la universidad resaltan que las pruebas se harán respetando la norma estatal. Ambas instituciones han decidido promover que esta prueba tenga el reconocimiento de todas las universidades españolas con el objetivo de mantener el distrito único.
La pelota, en el tejado del Gobierno
El título que acredita el final del ciclo de Secundara y Bachillerato lo firma el Ministerio de Educación, que tiene la decisión sobre las reválidas y el devenir en su conjunto de las pruebas.
Así lo pone de manifiesto Francisco Jiménez, portavoz de la Plataforma por la educación pública en Extremadura, que reclama, al igual que ya hicieron en la pasada huelga educativa, la paralización de las pruebas de la reválida en Secundaria y Bachillerato.
El lío formado en las aulas es importante porque las unidades didácticas que los docentes aplican no se erigen por el contenido de la reválida, porque no existe contenido en estos momentos.
Advierte que si legisla el Gobierno con un curso comenzado está generando una indefensión para el administrado por parte de la administración, algo contrario a las leyes españolas.
En todo caso, para lograr su derogación en el Congreso (hace falta una nueva ley orgánica que sustituya la anterior) se habla de un mínimo de medio año. Motivo por el que reclaman la paralización temporal.
Más críticas
La plataforma en defensa de la educación pública en Extremadura apunta que al margen de esta inseguridad jurídica las reválidas nacen de una “concepción elitista” de la enseñanza, “como carrera de obstáculos para que los más desfavorecidos sean expulsados del sistema educativo sin posibilidad de obtener siquiera un título que demuestre sus conocimientos, sea el de ESO o el de Bachillerato”.
Asimismo denuncia la posibilidad de que también las Universidades puedan añadir pruebas específicas de acceso, dificultará el ingreso en la enseñanza superior de los estudiantes.
La Consejería de Educación ha trasladado a la comunidad educativa un mensaje de tranquilidad, explicando que ya se está trabajando en la organización de las nuevas pruebas de acceso a la universidad y los estudiantes extremeños podrán realizarlas en las mismas fechas que años anteriores. Este martes se reunió en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte la Comisión Técnica donde representantes de las comunidades autónomas debatieron con miembros del ministerio sobre las evaluaciones de Bachillerato.
En este foro la Junta expuso la oposición a cualquier tipo de prueba final de etapa educativa y exigió al Gobierno que, por responsabilidad, suprima la denominada reválida de Bachillerato por una prueba que tenga validez en todo el estado, por ser distrito único, una prueba que se asemeje lo máximo posible a la Selectividad, que ha estado vigente hasta el curso pasado. En este sentido, se ha pedido al ministerio que, en esta prueba, se evalúen sólo las materias troncales de 2º de Bachillerato.
Extremadura, informa la Junta, defendió la necesidad de paralizar los aspectos segregadores de la LOMCE, como son los que no permiten que el alumnado que cursa FP Básica tenga acceso a una titulación, así como la obligación de que los estudiantes que están en diversificación curricular tengan una prueba diferenciada para la Educación Secundaria Obligatoria. Por eso, se defenderá la necesidad e que haya una titulación única para 4º de ESO.