Unos premios que gastaban casi 600.000 euros de dinero de todos los extremeños para una gala que duraba una hora y media. Este ha sido el debate que ha rodeado a los Premios Ceres, unas distinciones al teatro que nacieron con la llegada de Monago a la Junta, y con Jesús Cimarro al frente del Festival de Teatro Clásico.
La polémica se ha acabado, porque la Junta ha retirado del proyecto de Ley de Presupuestos del próximo año una partida de 550.000 euros para el Patronato del Festival Internacional de Teatro de Mérida. Retira justo el gasto previsto para los Ceres.
Fuentes del Gobierno regional han trasladado a esta diario que ya hay empresas privadas interesadas en patrocinar los premios. Apunta la Junta que sí tiene el propósito de trabajar por la proyección del Festival de Teatro, pero también por paliar emergencias sociales que hay en la región.
Hablando en cifras
Los Ceres han sido odiados por parte del mundo de la cultura y los colectivos sociales, que alegaban el derroche de dinero público que supone gastarse 600.000 euros en menos de dos horas. Al mismo tiempo aplaudidos por otras voces, que justificaban el evento como una oportunidad para promocionar Mérida y Extremadura.
Sin entrar en el debate encendido que amantes y detractores han mantenido este verano en las terrazas del festival, el análisis de algunos datos muestra lo siguiente: la suma de las principales partidas para artes escénicas en el mundo rural (ayuda a giras, producciones teatrales, festivales populares y gestores culturales) ha sido en 2015 inferior al coste de la gala de los Ceres que se celebró el pasado 27 de agosto en el Teatro Romano de Mérida.
Es decir, el presupuesto de todo un año para la cultura de la Extremadura rural ha sido inferior al gasto de la gala y la cultura en los pueblos. Una cultura que, todo sea dicho, genera muchos puestos de trabajo y acerca las artes a personas que en caso contrario no tendrían acceso a ella.
Ante la polémica, y las protestas que se montaron a las puertas del Teatro Romano de Mérida con motivo de los Ceres (Campamento Dignidad, Plataforma de Afectados por la Hipotecas, etc), Fernández Vara justificó que este año los premios se celebraban porque ya estaban presupuestados por el PP, pero que iba a ser el último año con cargo al dinero de todos los conciudadanos.
De hecho meses atrás Vara trasladó a este diario en una entrevista que hay otras necesidades básicas, como las 21 urgencias rurales cerradas por Monago, motivo por el que no iba a ver dinero ni para los Ceres, ni para traer a Woody Allen a a tocar el clatinete en un concierto, o patrocinar la gira de Pablo Alborán.
Algunas reacciones
Podemos Extremadura valora también que los galardones se queden sin presupuesto público. Insiste la formación en que apoya la promoción de la cultura y las artes escénicas, aunque recuerda que existen otras muchas necesidades que cubrir en una comunidad que, por ejemplo, tiene unos altos niveles de desempleo, y donde la renta básica por ejemplo sigue sin llegar a todos los solicitantes.
Crítico se muestra también el concejal de IU Mérida Álvaro Vázquez, quien señala que los Ceres respondían a “intereses privados”: “La promoción de la actividad de empresarios privados que dominan la gestión del Festival de Teatro Clásico, empleaban nuestro dinero para financiar y publicitar sus propios proyectos. De manera que sean ellos los que sufraguen los premios”.
A su parecer los premios son “un gran negocio de promoción y autobombo” para los promotores que gestionan el Festival de Mérida, y que tienen otras iniciativas empresariales fuera del Festival de Mérida.
El Festival y los Ceres
Una de las cuestiones en la que coinciden los detractores es que el interés que suscita la ciudad de Mérida cada verano gira en torno a su festival. Es por las representaciones teatrales y los espectáculos que llenan de cultura el foso romano. Es decir, que los Ceres, sin la marca del Festival de Mérida, no serían los Ceres.
Si se tiene en cuenta este aspecto, llama la atención que el Festival, que llena de contenidos el Teatro Romano de Mérida, pero también las plazas de la ciudad con las actividades paralelas de la programación 'Off', recibiera en 2015 un presupuesto de 1,9 millones. Y de este dinero, 600.000 euros (una tercera parte) servían para cubrir los Ceres. Es cierto no obstante que Jesús Cimarro presentó un 'superávit' por la venta de entradas de las obras de teatro de 500.000 euros.
Fuentes de la Junta han aclarado a este diario que los Premios Ceres, en contra de lo que indicaban algunas voces, no están registrados a nombre de Jesús Cimarro, sino a nombre del festival. Tanto los premios como las estatuillas que se entregan pertenecen así al Patronato del Festival de Teatro de Mérida.
No son todas las que existen, pero sí las más importantes. Los recursos y subvenciones publicados en el Boletín Oficial de Extremadura en 2014 y 2015 contemplan una ayuda de 204.600 euros para la producción teatral y de danza, con el objetivo de financiar los gastos que genera anualmente el montaje de las nuevas producciones.
Las compañías teatrales también disponen de otra partida para ayudarles a costearse las giras (100.600 euros), junto con otra para la organización de festivales de teatro populares (100.000 euros). Cierra el listado una cuantía de 150.000 euros para la contratación de los gestores culturales en Extremadura.
Entre las partidas que llenan de cultura el mundo rural cabe destacar precisamente los 150.000 euros invertidos en el apoyo a la contratación de gestores culturales, que se dedican a organizar y programar contenido cultural en pueblos y mancomunidades durante todo el año. Sus actividades pasarán este año por más de medio centenar de localidades, según ha informado a este diario la Asociación de Gestores Culturales de Extremadura.
La conclusión es que las principales ayudas públicas para la promoción de las artes escénicas y las compañías extremeñas que llevan el teatro a la Extremadura rural suman menos dinero que el coste de lios Premios Ceres.