La consejera de Empleo, Mujer y Política Social, María Ángeles Muñoz, ha mostrado su deseo de que los más de 200 niños saharauis que tienen previsto pasar este verano varias semanas con familias de la región puedan venir finalmente. No obstante no ha aclarado si pagará el importe del vuelo del verano de 2014, una cuestión que mantiene bloqueado el programa Vacaciones de Paz de esta edición.
El impago de los 87.000 euros del vuelo chárter ha llevado a la única compañía que opera desde los campamentos saharauis de Argelia a no fletar ni un avión más a Extremadura con menores a bordo hasta que se le abone la deuda. Si la Junta no paga este vuelo, los niños se quedarán en el desierto este verano.
Antonio García, portavoz Federación de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, que representa a 21 las 24 asociaciones solidarias, explicaba días atrás que esta deuda es debida a la falta de subvención por parte de la administración regional, que alegó problemas “técnicos” en la elaboración del proyecto.
En este sentido, la consejera ha recalcado que su Ejecutivo seguirá dando ayudas económicas a las asociaciones implicadas. Muñoz se ha limitado a transmitir que los “conflictos” surgidos entre las asociaciones hicieron que la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui tuviera que desistir del proyecto y, ha dicho, sin una iniciativa que justificase la subvención, ésta no se podía dar.
Según la consejera, el Gobierno regional ha “apoyado, dialogado” e intentado que existiera un “buen entendimiento” entre la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y la Federación de Amigos del Pueblo Saharaui.
Para evitar la situación del año pasado, se decidió crear una convocatoria en base a concurrencia competitiva, publicada la semana pasada, con 100.000 euros ampliables en un 20% más, por lo que se demuestra que la Junta sí “pone a disposición todos sus recursos”.
Por ello, los niños saharauis vendrán “si no hay conflictos” entre las asociaciones, una cuestión que “no es del Gobierno extremeño”, aunque éste intenta que el diálogo entre asociaciones derive en un “buen entendimiento”.