María Guardiola (Cáceres, 1978) ha cumplido 15 días al frente del PP de Extremadura. Llega a la primera línea política desde el Ayuntamiento de Cáceres, aunque tuvo responsabilidades de alto cargo en el Gobierno de José Antonio Monago (2011-2015), a quien sustituye en la Presidencia del partido. Se muestra natural, con una sonrisa casi constante y con un discurso bastante moderado, a pesar de que hay quien se apresuró a bautizarla como 'la Ayuso extremeña' en cuanto se supo que era la candidata, primero de Pablo Casado y después de Alberto Núñez Feijóo, para Extremadura.
Es usted la primera mujer que llega a la Presidencia del PP regional, podría convertirse en la primera mujer que preside Extremadura y ha conformado una ejecutiva con mayoría de mujeres. ¿Es una declaración de intenciones o es casualidad?
El Partido Popular siempre ha tenido muchos efectivos muy buenos y muchas mujeres muy buenas que, quizá, no se han atrevido a dar el paso, no han visto el momento. Creo que es bueno que las mujeres demos ejemplo de que podemos estar en primera línea política y de que podemos hacer política desde lo femenino, que no solo lo tenemos las mujeres, también lo tienen los hombres. Hacer política desde la sensibilidad, la empatía, la solidaridad o el trabajo en equipo.
Habla mucho de la renovación del partido, que es cierto que ha habido alguna, y defiende constantemente una forma nueva de hacer las cosas. ¿Se podría interpretar como una moción de censura al PP que hasta hace dos semanas dirigía Monago?
Los cambios siempre son buenos, pero cuando se lleva mucho tiempo en el mismo sitio te alejas de la perspectiva real de las cosas. La anterior dirección llevaba 14 años e hizo cosas fantásticas: Monago ha sido el primer presidente de la Junta de Extremadura de nuestro partido e hizo las cosas muy bien. Pero también es cierto que el partido necesitaba una revolución más, un cambio, y es importante que las mujeres demos este paso, que aprendamos a trabajar de otra manera, que nos acerquemos mucho más a la calle y que abramos un proceso para escuchar a la ciudadanía.
Ha hecho referencia a que Monago llevaba casi tres lustros en la dirección del PP y esta semana, tras ser recibida por Guillermo Fernández Vara, usted dijo que había visto a un presidente agotado. Además, su compañero Laureano León ha reclamado que se deje paso a una nueva generación en la política extremeña. Usted tiene 44 años, ¿está jugando el PP con la edad como estrategia?
No tiene nada que ver. Soy un mujer joven, con mucha fuerza, pero en mi equipo hay personas más mayores con la misma fuerza que yo. No es una cuestión de edad, es una cuestión de ganas, de frescura y de potencia en las políticas. Guillermo Fernández Vara está agotado pero no por la edad. Lo está porque lleva 25 años sentado en un Consejo de Gobierno y lleva 25 años ejerciendo las mismas políticas con los mismos resultados.
¿Es usted 'la Ayuso extremeña' como algún compañero la describió en cuanto se supo que sería la presidenta del PP en esta región?
No lo soy. Yo admiro mucho a Isabel Díaz Ayuso, lo que ha conseguido, el respaldo de los madrileños a su proyecto político, pero yo soy María, una mujer normal, una política quizás no al uso.
¿Por qué se considera así?
No he estado nunca en primera línea y esto ha sido un paso al frente desde la convicción, con la idea clara de que puedo cambiar las cosas porque desde la comodidad, desde luego, la gente no avanza. Tenemos que salir del conformismo y de la resignación a las que nos tenían acostumbrados con políticas socialistas. Tenemos que dar un paso al frente cuando se tiene la posibilidad de cambiar las cosas de verdad, desde dentro. Yo he querido hacer eso y lo hago rodeada de un equipazo.
Se ha estrenado en el cargo con dos asuntos que han llevado a Extremadura a ser portada de todos los medios nacionales: los incendios que han asolado el norte de Cáceres y la puesta en servicio del denominado tren rápido. ¿Los incendios son culpa de los ecologistas o hay que buscar explicación en el cambio climático?
No quiero buscar culpables. Lo que hay que hacer es analizar qué ha pasado para corregir los errores que se hayan dado. Cuando me he acercado a algunos de los incendios y he podido hablar con los alcaldes y la gente del pueblo, he percibido que tienen la sensación de que las cosas no se están haciendo bien. Por lo tanto, tiene que haber un proceso de profunda reflexión y no tener miedo a cambiar lo que no funciona. En este sentido, la política forestal es bastante mejorable, la mano del hombre es importante para proteger el medio ambiente. Por eso hay que buscar ese equilibrio y tener en cuenta que nadie está más interesado en proteger el entorno natural que la gente que vive en el medio rural.
¿Considera que hay un exceso de protección medioambiental?
Desde mi punto de vista, sí. Y se está demostrando que hay muchas barreras medioambientales y debemos plantearnos que es posible compatibilizar los usos para seguir creciendo y converger con el resto de comunidades autónomas. No puede ser que todo esté protegido y que haya actividades como la agricultura y la ganadería que no sean posibles. O incluso la caza.
Le voy a enumerar: la caza, los toros, la excesiva protección medioambiental, la defensa de la urbanización de lujo Isla de Valdecañas, otra mirada al proyecto de la mina de litio en la ciudad de Cáceres... Al PP y al PSOE de Extremadura hay más asuntos que los unen de los que los separan.
Por supuesto que hay muchas cosas que nos unen. Pero hay una diferencia importante: a mi me gusta hablar de realidades y soy más de trabajar que de anunciar. Me gustan los proyectos que son verdad y no las pequeñas maquetas a las que nos tienen acostumbrados. Estamos cansados de escuchar macroproyectos maravillosos que no llegan nunca y eso lo que provoca frustración en la sociedad extremeña.
Es un buen pie para hablar sobre la puesta en marcha del nuevo tren entre Badajoz y Madrid.
El tren ha sido un auténtico bochorno para nuestra región y creo que es la muestra de lo que somos a nivel nacional: llegamos siempre tarde y mal. No puede ser que el presidente de Renfe venga a Extremadura a decirnos que la solución es ajustar los tiempos de viaje para que no tengamos la sensación de que llegamos tarde. No puede ser eso y que no pase nada, que nadie dimita y que el señor Fernández Vara, que representa a todos los extremeños, no alce la voz. No podemos tener un Gobierno socialista encadenado al Gobierno del señor Sánchez porque al final nos vamos a hundir todos.
El presidente del Gobierno ha recibido a tres compañeros de su partido en Moncloa, a los presidentes de Galicia, Andalucía y Castilla y León. Se puso sobre la mesa la necesidad de reformar el modelo de financiación autonómica, pero en su partido tampoco se ponen de acuerdo en cómo: dispersión geográfica o población.
Extremadura va a defender con ahínco que se valore la dispersión y el coste que tienen los servicios públicos y por eso se debe tener en cuenta Extremadura tiene la misma superficie que Holanda y poca población. Si estamos intentado luchar contra la despoblación y el envejecimiento, necesitamos un buen sistema de financiación que compense el coste de vivir en los pequeños municipios. Fernández Vara prometió elevar la voz en Madrid para defender un nuevo modelo que nos beneficiase y, hasta el momento, no le he oído chistar.