El presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (FEMPEX), Francisco Buenavista, ha reclamado la implicación solidaria del Gobierno y la “colaboración lógica entre administraciones” para solucionar de una manera viable el tema de los vertidos de aguas residuales.
Ha recordado que la legislación obliga a los ayuntamientos a tratar las aguas fecales de los colectores municipales antes de verterlas a los ríos o arroyos. Sin embargo, muchos pequeños municipios de la región no están capacitados, por sí mismos, para construir estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) por lo que incumplen la legislación en esta materia.
“Al filo de la navaja”
En estos casos, las confederaciones hidrográficas están procediendo a revocar la “autorización de vertido” que en su día fueran concedidas a los ayuntamientos, a pesar de lo cual, y al tratarse de un servicio básico para la población, los vertidos municipales no pueden cesar.
Esta situación deja a los alcaldes “al filo de la navaja”, según Buenavista, al no disponer de los cuantiosos recursos necesarios para dotarse a corto plazo de estas instalaciones o sistemas alternativos que permitan la depuración de las aguas residuales.
A su juicio la solución a esta problemática nunca debe pasar por responsabilizar al alcalde de turno y dejarlo solo ante la obligatoriedad de una ley que no puede cumplir por sus propios medios, sino por una necesaria colaboración interadministrativa.
Buenavista recuerda que la prestación del servicio de abastecimiento de agua es responsabilidad de los más de 8.000 municipios españoles, optando cada corporación local por fórmulas distintas de gestión.
Así lo prestan directamente o a través de una empresa pública entorno al 47 por ciento; a través de concesiones a una sociedad mixta pública-privada el 13 por ciento, y indirectamente a través de una empresa privada el 36 por ciento, y de otras formas un 4 por ciento.