Como te iba diciendo, todos los albañiles de mi calle han salido corriendo a convocar una asamblea para debatir de urgencia sobre lo último de Monago, o sea, que la primera ley que firmará será que votemos si queremos la lista más votada. Los albañiles están en duda, y los telecos en paro también se debaten en torno a la aplicación estricta de la Ley D‘ Hondt o por el contrario, nos decantamos por otras vías. Ya te digo, andamos en un sin vivir con estas cuestiones de Monago, que otros han dado en llamar ocurrencias.
Menos mal que ya empieza la campaña electoral y con poco de suerte el día 24 de mayo se acabarán las ocurrencias, porque según apuntan todas las encuestas nadie tendrá mayorías absolutas y será obligado que hablen y negocien unos y otros, esto es, que hagan política y no ocurrencias.
De manera que hemos estado toda la mañana debatiendo en mi calle sobre esta reforma electoral que tanto nos preocupa y casi nos hemos olvidado de que con Monago ha subido el paro, la deuda y el número de enchufados, mientras que van a peor la sanidad o la educación. Y por poco hemos aparcado también otro asuntillo que como es el descaro total que han mostrado algunos dirigentes del PP para usar y abusar de los recursos públicos en su propio beneficio.
Por ejemplo, Monago no tuvo empacho en usar fondos públicos para viajes privados a Canarias o requisar un helicóptero de emergencias sanitarias para uso de su partido. Manzano colocó a su primo de conductor al primer minuto del partido y multiplicó el número de asesores a su particular servicio. Teniente publicitó un supuesto fraude en cursos de formación de sindicatos y patronal mientras tapaba con la otra manita los cursos que su directora de empleo ofrecía a la academia de su hermana; Checa cobraba por acá y por allá, hay empresas familiares de directores generales que van viento en popa a toda vela, con millonarios contratos de las administraciones públicas……
La destrucción de Acorex metiendo dinero a cambio de poner y quitar gestores, el bodrio sectario en el que han convertido la radio televisión pública, el pago de cifras millonarias a cantantes y famosillos para que se hagan fotos publicitarias con Monago, las listas negras de periodistas amigos y enemigos… son otros tantos ejemplos de ese sectarismo voraz.
Para tapar tanto nepotismo, Monago montó en la Plaza del Rastro una fábrica de ocurrencias (en feliz hallazgo de Martín Tamayo) destinada a fabricar propaganda, consignas y tonterías. Y esa fábrica es la que ahora corre peligro de entrar en un ERE.
Si el 24 de mayo, el voto de los extremeños pone fin al gobierno de las ocurrencias y exige a Monago, a Vara, a Jaén y a Domínguez que se sienten y hablen de la tremenda crisis de esta región, del futuro de los jóvenes, de la pobreza que agobia a la gente, de la recuperación de los valores democráticos hurtados en esta legislatura… Si eso se cumple, será una nueva etapa, será el final de las ocurrencias y el inicio de la política. Será una excelente noticia, aunque en principio moleste un pelín a algunos dirigentes del PP y a algunos de IU en la órbita de Escobar y Nogales, de esa izquierda que tanto amaba a la derecha.