El Grupo Parlamentario Socialista ha tildado como “francamente decepcionante” la segunda reunión que han mantenido este lunes para negociar los presupuestos autonómicos de 2025 pues considera que hay “poca voluntad de llegar a acuerdos” al rechazar, por ejemplo, todas sus propuestas fiscales y no presentar ninguna “contrapropuesta” a las medidas que plantea el PSOE.
No obstante, el PSOE va seguir intentando alcanzar un acuerdo “sin vetar a nadie” -en referencia a la petición de Vox de que la Junta excluya a los socialistas de las negociaciones-, ha expresado en declaraciones a los medios la portavoz socialista, Piedad Álvarez, al término de la reunión con la consejera de Hacienda, Elena Manzano.
Un encuentro al que han acudido con su propuesta de “medidas sociales que mejoren la vida de los extremeños y de las extremeñas, fundamentalmente de la clase media, que es la clase mayoritaria” en la comunidad autónoma.
El PSOE le hizo llegar a la Junta su propuesta hace una semana, sobre la que esperaba “alguna concesión, algo tangible”, pero no han recibido “nada” por su parte e incluso les han dicho que “no” a todas sus propuestas fiscales, como las referidas al impuesto de patrimonio, el de grandes tenedores de vivienda, las tasas a los vehículos contaminantes y de alta gama, así como las bonificaciones de los comedores escolares o las bonificaciones al 50 % de las ITV.
“Nos han dicho que ninguna de nuestras propuestas fiscales va a ser aprobada, ni ahora ni un poco más adelante”, ha explicado Álvarez, quien ha puntualizado que desde el Ejecutivo sí le han transmitido “vagamente” que están “de acuerdo con hacer algo en materia de vivienda”, pero no en relación al plan para la construcción de 80.000 viviendas para los jóvenes.
También hay cierto entendimiento en los planes de infraestructuras educativas, sanitarias, viarias e hidráulicas, pero “tampoco se concreta absolutamente nada”.
Asimismo, se han comprometido en concretar algunos aspectos como la propuesta para que los hogares extremeños no tengan que destinar más de un 30 % a los gastos de alquiler o hipoteca, más suministros básicos, como luz, electricidad y calefacción; y en lo relativo a los tramos del IRPF a las clases medias y altas.
Vox calla
Por su parte Vox no presentará ninguna propuesta al presupuesto hasta que la Junta le facilite el proyecto en su totalidad para que pueda estudiarlo “debidamente” y hacer las “objeciones” o “mejoras” oportunas, “siempre pensando en el bien de los extremeños”, dentro de sus convicciones “morales” y de “combatir” las políticas socialistas.
“Hemos estado hablando de distintos matices y cuestiones pero no se nos puede pedir que hagamos unas aportaciones a un presupuesto que desconocemos en absoluto”, ha apostillado a los medios el presidente del grupo, Ángel Gordillo, al término de la segunda reunión con la consejera de Hacienda, Elena Manzano, para negociar las cuentas.
Tras señalar que ha sido un encuentro “cordial” pues ambas partes comparten el “mismo interés” por Extremadura, ha explicado que Vox se mantiene “firme” en sus convicciones “morales y políticas” respecto de cómo hay que orientar el gasto y los ingresos del presupuesto, que es “grosso modo” a lo que se comprometieron en las elecciones.
Unidas no participa pero critica
Para Unidas por Extremadura hay una “competición” entre PSOE y Vox “para ver quién es la muleta del PP”.
En su opinión, la propuesta de presupuestos planteada a los grupos beneficia a las personas más privilegiadas y atenta contra lo público, por lo que, ha expresado en nota de prensa, Unidas por Extremadura “estará siempre enfrente”.
“Da vergüenza ajena la actitud del PSOE de Gallardo ante unos presupuestos de derechas”. A su juicio, las cuentas autonómicas saldrán o no adelante “dependiendo de la estrategia que Abascal tenga diseñada desde Madrid”, puesto que, ha lamentado, “Vox ha demostrado que depende exclusivamente de lo que diga Abascal”.
Joaquín Macías ha recordado que su grupo parlamentario ha decidido no participar en la ronda de negociación de los presupuestos porque es una “farsa”.
“Nos dejaron muy claro en la primera reunión que no se iba a mover ni una coma de su política fiscal”.