El PP se ha quedado en solitario en la Junta de Extremadura y la presidenta, María Guardiola, necesitará el apoyo de los grupos de la oposición si quiere sacar adelante sus propuestas después de que el pasado jueves Vox decidiera romper todos los pactos con el PP en las comunidades autónomas. El PSOE, con el mismo número de diputados que Guardiola, ha descartado la presentación de una moción de censura, para la que, por otro lado, sería necesaria la complicidad de la extrema derecha, y ahora ha condicionado el apoyo puntual a las iniciativas del Gobierno autonómico a que el PP deshaga todos los acuerdos que mantiene con Vox en los ayuntamientos.
No obstante, la formación que preside Santiago Abascal ya ha amenazado con romper los pactos si esos municipios se muestran a favor de acoger menores migrantes procedentes de Canarias. En Extremadura hay cuatro municipios gobernados por la misma coalición que hasta la semana pasada había en la Junta: Navalmoral de la Mata, Talayuela, Losar de la Vera y El Gordo. Todos están en el norte de la provincia de Cáceres con la central nuclear de Almaraz y el cultivo del tabaco como principales motores económicos.
La vicesecretaria general de los socialistas extremeños, Eva Pérez, ha insistido este lunes en que María Guardiola podrá contar con el PSOE en aquello que suponga dar estabilidad a Extremadura si “deshace los entuertos” en esas localidades y ha lamentado que mientras otras comunidades “se han librado” de Vox, “aquí en Extremadura, perdemos, porque la señora Guardiola va a seguir contando con un tránsfuga”, ya que el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero, seguirá en el cargo aunque anunció que se dará de baja de Vox
Según el PSOE, Guardiola ha tenido la oportunidad de dar veracidad a su promesa electoral de no compartir nada con el partido ultra, aunque a iniciativa no suya sino de la formación de Abascal, pero ha preferido “seguir con su gobierno aunque sea con un tránsfuga”.
Por otro lado, la vicesecretaria general de los socialistas extremeños ha instado a la presidenta a la creación de la Consejería de Igualdad una vez que ya no existe la coalición con el partido de Santiago Abascal, lo que le impidió hacerlo al inicio de la legislatura y le llevó a otorgar estas competencias a una Secretaría General.