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El PSOE se hace con la presidencia de la Asamblea de Extremadura

Contra todo pronóstico, el PSOE ha conservado la Presidencia de la Asamblea de Extremadura tras la falta de acuerdo entre PP y Vox, que han votado a sus propios candidatos en las dos rondas que han sido necesarias tras no obtenerse mayoría absoluta en la primera. De esta forma, la socialista Blanca Martín se ha convertido por tercera vez en presidenta de la Cámara gracias al apoyo de los cuatro diputados de Unidas por Extremadura (UPE).

Este desacuerdo ha provocado también que la extrema derecha, que se estrena en la Asamblea, haya quedado fuera de la Mesa. Las vicepresidencias han sido para PSOE, la primera, y el PP, la segunda, y las tres secretarias se han repartido entre socialistas, populares y Unidas por Extremadura.

Las cuatro fuerzas han presentado candidato para las secretarías pero el de Vox, Óscar Arturo Fernández, solo ha recibido los cinco votos de su grupo. Sin embargo, el de UPE se ha hecho con los cuatro de su grupo y dos del PSOE.

El bloque de derechas exhibe desde hace varias semanas sus diferencias para intentar desbancar a Guillermo Fernández Vara. El número dos de Vox, Jorge Buxadé, aseguró desde Mérida poco antes del pleno que no había ningún acuerdo con el PP y que ellos presentarían a su propio candidato, pero el PP también lo ha hecho después de que la formación de extrema derecha no aceptara la Presidencia de la Asamblea dentro de un acuerdo más amplio en el que concedían “libertad” a la candidata del PP, María Guardiola, para conformar su Gobierno, lo que dejaría fuera a los miembros de Vox.

Buxadé ha insistido en que el único pacto posible en Extremadura pasa por un Gobierno de coalición con Vox y ha mencionado el ejemplo de la Comunitat Valenciana tras las experiencia de los acuerdos de investidura que en anteriores legislaturas alcanzaron en la Comunidad de Madrid y en Andalucía, donde no se cumplieron los compromisos. Además, ha recordado que el PP no fue la lista más votada en las elecciones del pasado 28M y ha calificado de “inaceptables” las “líneas rojas” de Guardiola, que pasan por respetar los derechos al aborto y de las personas LGTBI, además de reconocer la violencia machista.

A pesar de la falta de acuerdo para repartirse los puestos en la Mesa de la Asamblea, Vox continuará con “la mano tendida” al PP, ha dicho Buxadé, a la espera de que tengan “un momento de iluminación, sentido común y de respeto a sus propios votantes”.

Ambos partidos se cruzaron este lunes propuestas programáticas en un intento de cerrar un acuerdo de investidura, pero, a pesar de que hay coincidencia en la mayoría de las medidas, la negociación no avanza precisamente por el Gobierno en solitario que defiende Guardiola para el PP.

Las propuestas incluyen la derogación de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura para sustituirla por una Ley de Concordia, una bajada “drástica” de impuestos, el “derecho” al veto parental en las aulas de la región, la defensa de la energía nuclear para solicitar una prórroga de la central de Almaraz y una revisión de los espacios naturales protegidos incluidos en la Red Natura 2000.

Aunque el PP adopta en su documento la terminología y políticas radicales de Vox, la extrema derecha va más allá y exige que se reforme la Ley de Educación y la “neutralidad ideológica” de la enseñanza, al tiempo que reclama que ningún “lobby ideológico de orientación sexual” participe en las sesiones escolares. También propone  que se eliminen las subvenciones a entidades que “fomenten o amparen la inmigración ilegal y el tráfico de personas”, habla de “violencia intrafamiliar” para garantizar la “asistencia y apoyo” a las víctimas, “especialmente mujeres, niños y ancianos”, y propone “trabajar para extirpar de nuestra sociedad los mensajes y discursos, civiles o religiosos, que promuevan o justifiquen la violencia contra la mujer”.