El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, eludió este jueves hablar de boicot o señalar directamente a responsables en las incidencias registradas en el traspaso del servicio de transporte sanitario. Aunque sí ha reconocido que no ha sido una transición modélica y “todos pudieron hacer cosas bien o mal”.
Durante su comparecencia en la comisión de investigación ha pedido hasta en dos ocasiones a la empresa concesionaria, Ambulancias Tenorio, que no tome represalias penales contra los empleados que no actuaron inicialmente de manera dirigente, y se pudieron equivocar según ha dicho.
Ha sido una comisión con varios cruces de acusaciones, donde todo el protagonismo se lo llevaron Vara y el expresidente y líder de los popualares, José Antonio Monago. Ambos cerraron las comparecencias, aunque la comisión está abierta a otras nuevas.
Frente a las acusaciones del PP, el consejero de Sanidad, José María Vergeles, afirmó este jueves que hay indicios que ponen de manifiesto que “si no fue boicot, fue algo que se le parece mucho”. Algo que provocó según dijo las incidencias en el traspaso del transporte sanitario entre la anterior y la actual adjudicataria.
Vara corroboró el discurso de los socialistas, que han negado cualquier interés de ir contra las siete empresas extremeñas que conformaban el Consorcio Extremeño de Transportes durante la adjudicación del servicio. Sostienen que en el proceso se aplicaron criterios objetivos y ajustados.
Ha dicho que le hubiera gustado que la anterior adjudicataria hubiera ganado el concurso, pero hubo una oferta mejor en una economía libre de mercado. A su juicio, al Consorcio Extremeño de Transportes le faltó dar un paso más y haberse constituido en empresa única para “poder competir con más músculo”.
Ante las preguntas de los parlamentarios ha señalado que ni antes, ni durante, ni después de la adjudicación del nuevo servicio, habló con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, sobre este proceso.
Intervención de Monago
Por su parte el expresidente de la Junta José Antonio Monago ha criticado que en los primeros momentos hubo un colapso en el servicio, que obligó al 112 a actuar: “no se daba abasto en las centrales de la concesionaria”. Ha denunciado que ha habido un volumen de incidencias muy importante y que se concedió la mayor contratación pública de Extremadura, “la joya de la corona”, a una empresa andaluza.
Monago, que prorrogó en su mandato el servicio al Consorcio Extremeño, ha relatado que las informaciones que tenía sobre la anterior concesionaria eran “excelentes”, por su calidad y por tratarse de un consocio de siete empresas de Extremadura.
Afirma que Ambulancias Tenorio se ha ido adaptando al concurso de manera progresiva, a modo de “tran-tran”, aunque han cobrado desde el primer día.
Mientras, el exconsejero de Sanidad Luis Alfonso Hernández Carrón ha asegurado que uno de los documentos del Servicio Extremeño de Salud (SES) entregados a la comisión parlamentaria de investigación sobre el transporte sanitario se elaboró con una “intencionalidad concreta” y ha reclamado una investigación.
El actual diputado popular ha afirmado que un CD comenzó a elaborarse en julio de 2017, mes y medio después del cambio de concesionaria del servicio.
En contra de las críticas vertidas desde el PP, el consejero Vergeles ha justificado que en los primeros ocho días del traspaso, del 1 al 8 de noviembre de 2017, no se puede afirmar que se produjo un caos en el transporte sanitario extremeño. Apunta que en el primer mes las reclamaciones supusieron el 0,96 por ciento de los servicios prestados y porque, además, “las urgencias jamás corrieron peligro”.
Ha afirmado que la intención de su departamento fue “sacar un buen concurso para los pacientes”, que son los que les importan en este caso, “no las empresas”,