La candidata del PP en Extremadura, María Guardiola, da por rotas las negociaciones con Vox y se muestra dispuesta a volver a concurrir a las elecciones: “Iremos a elecciones si hay que ir”. En un tono de voladura de puentes con la formación ultraderechista, Guardiola ha criticado las medidas “obsoletas” propuestas por el partido de Abascal.
El PP intentó un acuerdo hasta última hora del lunes. Al ofrecimiento de que la Asamblea de Extremadura estuviera presidida por un miembro de Vox, sumó una secretaría de la Cámara y que el senador por designación autonómica fuera del partido ultra. Pero para Vox tampoco fue suficiente porque insisten en un Gobierno de coalición de derechas para velar por el cumplimiento del acuerdo de investidura, a pesar de que las propuestas que se cruzaron ambas formaciones a lo largo de la jornada del lunes son muy similares y algunas medidas son incluso idénticas.
La falta de acuerdo se ha escenificado en el pleno de constitución de la Asamblea, donde Vox se ha quedado sin representación en la Mesa y la Presidencia ha sido para la candidata del PSOE, Blanca Martín, que en una segunda vuelta y con mayoría simple gracias a los votos de Unidas por Extremadura (UPE), ha sido la más votada. De esta forma, en la Mesa hay mayoría de izquierdas: tres miembros del PSOE -incluida la presidenta-, dos del PP y uno de UPE.
Tras la sesión, Guardiola ha arremetido con dureza contra Vox, a quien ha acusado de “ansias de poder” y “soberbia”, e incluso ha llegado a decir que son “incapaces de mirar más allá de su propio ombligo”. También ha afirmado que las medidas propuestas por la extrema derecha son “obsoletas”, que buscan el “aplauso fácil de los suyos”, pero que el PP extremeño no entrará en “batallas culturales superadas”: “Vox no quiere cambio”, ha afirmado en declaraciones a los medios tras el pleno.
La candidata del PP ha recordado que consiguió 28 diputados el 28M, al igual que el PSOE, que no obstante fue la lista más votada, y Vox logró cinco escaños, por lo que Guardiola ha ofrecido en la negociación “un rol adecuado a sus resultados”, y que pasa por “apoyar al PP y no al revés”, ha explicado.
“Mi palabra y mi trabajo son mi patrimonio. Las cosas no se dicen por decir y las promesas están para cumplirlas”, ha afirmado para recordar que en todo momento se comprometió a conformar un Ejecutivo que dejara fuera a los ultras, aunque para ello tuviera que gobernar en minoría. Ese ha sido uno de los obstáculos para un entendimiento del bloque de derechas en Extremadura, como ha reiterado el número dos de Vox, Jorge Buxadé, que se ha desplazado hasta Mérida para asistir a la constitución de la Asamblea y ser testigo de la fractura con el PP en la comunidad.
Negociación “teledirigida” desde Madrid
Buxadé, que avanzó cinco minuto antes del pleno la falta de entendimiento, también tildó de “inaceptables” las líneas rojas que Guardiola ha puesto sobre la mesa en todo momento para negociar con Vox, y este martes ha vuelto a insistir en todas ellas: “No puedo dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, deshumanizan a los inmigrantes o despliegan una lona para tirar a una papelera la bandera LGTBI”.
La candidata del PP ha criticado la presencia de Buxadé, de quien ha dicho que es el “capataz del señor feudal” que ha venido a Extremadura. A su juicio, la negociación de Vox ha sido “teledirigida” desde Madrid, y es que “allí no les importamos nada”. “Se ha presentado -en alusión a Buxadé- para decirnos a los extremeños lo que tenemos o no que hacer. Me parece una vergüenza y los extremeños no se merecen este bochorno”, ha añadido Guardiola.
Con anterioridad a estas declaraciones, Vox ha seguido con la “mano tendida” al PP para intentar un acuerdo de investidura, pero también ha responsabilizado al partido de Guardiola de la falta de consenso que ha provocado que la Presidencia de la Cámara regional recaiga finalmente en la socialista Blanca Martín,
Buxadé ha insistido en que su formación es “imprescindible” para construir una alternativa a la izquierda, pero ha advertido que no aceptarán “regalos ni chantajes”. Se ha dado la circunstancia de que a la misma hora que se votaba en Extremadura, “en el Parlamento de Baleares nuestro compañero Gabriel Le Senne era nombrado presidente con los votos del PP”, ha apuntado. A pesar de ello, el número dos de Vox ha asegurado que se mantendrán a la espera de que “el PP atienda a la realidad y decida reemprender la negociación en términos de moderación, equilibrio y sentido común por el interés de los extremeños”.
Para el líder regional de la formación ultra, Ángel Pelayo Gordillo, lo ocurrido en la Asamblea “es lo que sucede cuando se mantienen posiciones empecinadas” y ha lamentado que Guardiola se haya supeditado a los “dictados de Génova”.