Extremadura aborda el último año antes de las próximas elecciones autonómicas, que serán en mayo de 2019, con un inédito acuerdo para el presupuesto regional entre la Junta de Extremadura (PSOE) y Podemos, una vez que ambas partes han demostrado voluntad de poder pactar las primeras cuentas en el ámbito de la izquierda con las posibilidades que dan un incremento económico de 262 millones de euros.
La concreción de ese acuerdo en el próximo mes de enero; un largo y difícil trecho hasta el verano que estará presidido por la resolución de la crisis catalana y la posibilidad de cesiones económicas desde el Gobierno a esa Comunidad, y la continuidad de las movilizaciones sobre el ferrocarril, para no aliviar la presión sobre el Ministerio de Fomento, serán algunas de las cuestiones en la agenda política, social y económica 2018 para la región.
Pero además, para el mes de enero se aguarda una decisión de los promotores árabes de la industria azucarera en Mérida, una vez que se va encontrando solución al suministro energético mediante un acuerdo con Gas Natural; si como ha mencionado el presidente de la Junta, Fernández Vara, los trámites para la otra ubicación candidata, la de Gran Bretaña, van más atrasados y la decisión es positiva para Extremadura, podría materializarse una inversión de 400 millones de euros precedente, esperan en el Ejecutivo regional, de otras del ramo agroalimentario alrededor de esa factoría.
Las cuentas
También en enero de forma simultánea y a mediados de mes se aclaran los terceros presupuestos regionales en la segunda etapa de Vara como presidente. Los dos primeros salieron con el apoyo o beneplácito del PP, pero esta vez sí está siendo posible un acuerdo Junta/PSOE con Podemos, mediante el cual la formación morada ha introducido partidas por 25 millones de euros de momento, y el compromiso de aprobarse una nueva renta básica garantizada
Son más de 1.000 enmiendas parciales las que se debatirán el 15 y 16 de enero en la Asamblea de Extremadura, casi 600 de ellas procedentes del PP, que tiene un rechazo radical al texto y más tras el acuerdo con Podemos, mientras este último partido tratará con 248 enmiendas de apretar las tuercas a la Junta y sacar más concesiones.
La firma de Podemos en ese preacuerdo le ha granjeado las primeras críticas desde la izquierda, como las de los Campamentos Dignidad o la asociación de profesores de la concertada Adecex.
Por la mejora de la economía e ingreso en general las cuentas se incrementan en 262 millones sobre las de este 2017, lo que ha permitido un margen de medidas políticas nuevas en las que entra Podemos.
Financiación autonómica
Desde hace cuatro años está caducado el actual sistema de financiación autonómica, pero la falta de acuerdo en lo esencial, la inestabilidad política nacional de 2016 con dos convocatorias de elecciones generales de las que salió Rajoy presidente en minoría, y luego la intentona de los nacionalistas catalanes, han ido aplazando cualquier posibilidad de solución.
El presidente extremeño Fernández Vara no ve en este momento clima alguno que haga posible un acuerdo, dadas las posturas enfrentadas no solo entre partidos “sino entre comunidades” –Extremadura tiene una postura muy diferente a la de Valencia, gobernada por PSOE pero con ayuda de Compromís-, pues entre otras cosas hay dirigentes políticos e incluso presidentes regionales partidarios de que las comunidades no devuelvan los préstamos del fondo de liquidez autonómico (FLA).
El FLA es acreedor por ejemplo de Cataluña en 76.000 millones de euros, luego va Valencia con 33.000, y Extremadura, región con muchos problemas de autofinanciación y que por tanto ha sido prudente en eso, está en 4.300.
Sin embargo la necesidad de resolver la crisis catalana apunta a una cesión por parte del Gobierno a esa Comunidad, en el plano económico, que revolverá el foro de comunidades y reducirá la ‘tarta’ común, algo a lo que se viene tendiendo, el que cada región se financie cada vez más con sus ingresos, y perjudicará a Extremadura.
Tren
Además de la novedad de un pacto presupuestario de Junta/PSOE-Podemos, y con continuidad en otras materias, o la financiación regional que tendrá que abordarse antes del verano abierta o de forma oculta, el tercer gran eje político, social y económico de la región será este año la continuidad de movilizaciones y presión sobre el Ministerio de Fomento para tener una red ferrroviaria digna y dentro de ella la comunicación con Madrid, sin olvidar la de Madrid-Levante por Ciudad Real, o la de Sevilla.
Seguirán las reuniones del pacto regional por el tren para que no decaigan las inversiones estatales, y en esto será fundamental el Presupuesto del Ejecutivo Rajoy que aún va muy retrasado y se desconoce su contenido.
Según el compromiso del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, el año que viene, 2019, podrá circular ese tren rápido provisional –usando según los tramos vías de alta velocidad o de velocidad convencional-, que situaría a Badajoz de Madrid en cuatro horas y media, una menos que ahora, y que al siguiente año, 2020, estaría electrificado.