Muchos ciudadanos se hacen cruces con el reciente ‘milagro’ económico español, en el que las grandes empresas del Ibex han vuelto a índices casi similares a los de 2007, las cifras de crecimiento del PIB dadas en los noticiarios, del 2% o el 3%, levantan el ánimo, pero cuando esos ciudadanos salen a la calle cada mañana se encuentran a los parados de su barrio, a los que conservan el empleo pero ganan menos y dan más horas, y se asombran cuando ven junto a un portal, sin cartel alguno, decenas de mujeres con un carrito de la compra esperando a que les den alimentos de caridad.
Los trucos de la pretendida recuperación, que sí lo es para algunos –fundamentalmente para los que nunca sufrieron esta crisis-, pero que no llega a la generalidad, ni tampco tiene trazas de corregir las desigualdades enormes que la situación ha generado, se ven en datos como los de la Seguridad Social referidos a los dos últimos años, y recogidos en un reciente informe de CCOO Extremadura.
Según ese análisis de situación, que admite señales de “recuperaciones parciales”, pero señala que “hace falta algo más que el que crezca el PIB”, el número de afiliados a la Seguridad Social, esas personas que da de alta una empresa, o se dan ellas solas para ejercer una actividad económica, aumentó el año pasado en 4.517, al comparar los datos finales de diciembre de 2014 con los de un año antes.
Este tipo de datos son pregonados con abundancia por los gobernantes, pero tapan otros voluntariamente silenciados por esos mismos como el de que mientras se incrementaba ese número de afiliados, la recaudación de la Seguridad Social en Extremadura disminuía.
Medias verdades y mentiras
¿Cómo es posible que haya más gente trabajando, el número de los que están apuntados al paro disminuya, pero a la vez la Seguridad Social pierda recursos para pagar bajas laborales, pensiones, o desempleo?
Se trata además de un descenso muy importante, del 16,4%, equivalentes a 247 millones de euros; la Seguridad Social pasó de recaudar en 2013 un total de 1.507 millones de euros en la región, a 1.260 el año pasado.
Según fuentes sindicales la explicación la sabe todo el mundo en la calle; los ‘nuevos trabajos’ son de peor calidad, a tiempo parcial y con sueldos más bajos. Ya es conocido el reproche que los partidos de izquierda hacen cada vez que desde el PP se airean descensos del paro mensual: “sí, un contrato de diez días y doscientos cincuenta euros”.
A menor duración de jornada, con menos salario, la cotización también se reduce, y algún día lo harán los derechos de esos trabajadores cuando tengan que echar mano de ellos, advierte CCOO.
La cotización media anual por cada afiliado extremeño a la Seguridad Social retrocedió el año pasado en tasas de casi dos dígitos, un 17,4%, al quedar en 3.461 euros por persona frente a los 4.192 euros de 2013.
Fuentes de CCOO sostienen que además, y en realidad, aunque están aumentando los contratos a tiempo parcial, un 25,5% el año pasado, se trata de verdaderos trabajos a tiempo completo o casi, con el resto de horas pagadas en ‘negro’, sin cotizar, o directamente no cobradas.
En la reducción de las cotizaciones totales también ha influido, aunque menos según ese sindicato, la concesión de tarifas planas de 50 euros mensuales a los autónomos, un contingente de autoempleados que se incrementó el año pasado de 1.965.