Extremadura se situó en 2018 en el vagón de cola de la competitividad turística, sólo por delante de Aragón, aunque mejora su valor relativo en relación al año anterior, según el informe Monitur presentado por Exceltur.
De acuerdo a ese informe, Extremadura abandona el último puesto y escala una posición, con 91,2 puntos, cuyo valor 100 refleja la media de todas las comunidades autónomas y que, a su vez, determina la posición que alcanza.
La asociación que reúne a las empresas más relevantes de toda la cadena de valor turística (Exceltur) ha colocado al País Vasco, con 112,6 puntos, a la cabeza de su análisis sobre más de 100.000 datos -en 2017 y hasta junio de 2018-, las opiniones de más de 2.500 empresarios turísticos y 82 indicadores que miden la competitividad turística en el ámbito regional.
Con la apreciación de que “ni ser el primero en el ránking significa que no haya recorrido de mejora, ni el último que los resultados en ese ámbito sean negativos”, Extremadura aparece en el puesto 16 como media en el global de los siete ámbitos analizados.
Bien en apuesta política
Por ámbitos estudiados, Extremadura alcanza el sexto puesto en el apartado de “prioridad política y gobernanza turística”, pero es última en “accesibilidad y conectividad por medios de transporte”.
La región ocupa el puesto décimo primero en “visión de marketing estratégico y apoyo comercial”, es la décimo tercera en “atracción de talento y formación”, y la décimo cuarta en “ordenación y condicionantes competitivos del espacio turístico”.
En materia de “diversificación y estructuración de productos turísticos” y de “resultados económicos y sociales”, Extremadura es antepenúltima.
No obstante, Exceltur remarca que los resultados de cada comunidad deben enjuiciarse en función de su posición respecto a aquellas otras con las que comparte similitudes territoriales, climáticas, culturales, demográficas y económicas.