Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) son “rotundamente malos”, puesto que Extremadura es una de las dos comunidades que ha destruido empleo en el último año, pero sobre todo por el deterioro habido en el último trimestre, en el que hay casi 20.000 personas menos trabajando y esa tasa es, junto a la de Baleares por el fin de la temporada turística, la peor de España.
Así lo ha señalado el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, que ha comparecido en una rueda de prensa en Mérida para añadir que “yo tengo toda la responsabilidad”, y detallar especialmente la situación laboral del campo ya que la agricultura es la que más empleo ha destruido en los últimos meses.
Las cifras de la EPA del cuarto trimestre de 2019, octubre-diciembre, que supone además un resumen de todo el 2019, son unos resultados “rotundamente malos, para los que hay que ponerse a trabajar en 2020 para darles la vuelta, y estoy convencido de que así será si todos hacemos lo que está en nuestras manos, porque no todo es cosa del Gobierno”.
Vara, que ha pasado “varias horas” analizando los datos de la encuesta tras conocerlos ayer, ha subrayado los malos resultados en el sector agrario, con menos personas trabajando y más paro, sector que sería responsable del mal balance anual 2019, y sobre todo por lo ocurrido en los últimos tres meses.
La caída de empleo en esa actividad, cifrada en 2019 en la pérdida de 10.100 empleos, frente a los 1.100 y 2.100 de años anteriores, ha sido aún más significativa en el último cuatrimestre del año, meses en los que el número de parados agrarios fue de 8.500 personas, frente a las 2.300 contabilizadas en el mismo periodo en 2018.
Salario mínimo, cotizaciones
“¿Qué ha pasado? Tiene que ver con la subida del salario mínimo interprofesional? Está produciendo la salida de trabajadores de la economía reglada a la sumergida. En el último trimestre ha sido un salto espectacular, algo ha pasado voy a pedirle a la ministra de Trabajo una reunión para analizar el impacto que están teniendo en Extremadura algunas decisiones, que comparto, que toma el Gobierno de España”.
El impacto de la subida del salario mínimo no está teniendo según Vara el mismo impacto en todas las comunidades, y Extremadura está siendo particularmente castigada. El presidente pide una firma rápida del convenio colectivo laboral del campo.
El SMI subió a 900 euros hace un año, y desde el 1 de enero lo ha hecho más, a 950.
Además de reunirse con la ministra de Trabajo Yolanda Díaz para abordar este problema, la consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, ha pedido comparecer en el Parlamento regional, para hablar de propuestas con vistas a los nuevos planes de empleo, y el propio presidente ha convocado este jueves a los agentes sociales a una cita extraordinaria, que continuará con otra la semana próxima.
En una coyuntura de bajos precios agrarios, “al sector le puede estar costando asumir la subida salarial”. Y es que en un contexto de cierta mejora de la economía en general, con crecimientos por encima del 1,5% en el PIB, “esta destrucción de empleo no es normal”.
Fernández Vara plantea la posibilidad de cotizaciones sociales especiales en el sector agrario, una “compensación” a las comunidades “que tiene más dificultades para subir salarios”.