- El sacerdote fue condenado a 17 años cárcel por abuso sexual a dos menores
El alcalde de Mengabril, Lorenzo Garrido, ha reclamado que el expárroco del pueblo condenado a 17 años y cuatro meses de prisión por delitos de abuso sexual a dos menores y por falsedad documental entre cuanto antes en la cárcel por la “intranquilidad” que sienten los vecinos por la libertad del religioso.
Garrido ha hecho estas declaraciones después de que el sacerdote haya recurrido dicha sentencia al Tribunal Supremo. También lo han hecho los padres de uno de los dos menores víctima de los abusos, condenados a cuatro años de prisión como “consentidores” de los hechos, según el fallo de la sección tercera la Audiencia Provincial con sede en Mérida.
El alcalde ha explicado que en este pueblo, de apenas unos 500 habitantes, “hay una sensación de alivio al haberse podido demostrar las acusaciones que el ayuntamiento denunció hace tres años, pero también hay intranquilidad e incertidumbre en los vecinos por el peligro de que este hombre lo pueda seguir haciendo”.
Ha pedido agilidad a la justicia porque “ya que se ha demostrado que es verdad” la acusación. Insta a que el cura “entre en prisión cuanto antes, porque si ha quebrantado la ley antes de ser juzgado -en referencia al quebrantamiento de la orden de alejamiento sobre uno de los menores- imagínese ahora cuanto ya está juzgado y es culpable”.
“Así vemos muchos casos parecidos a éste en los que la justicia no actúa con rapidez y esta gente vuelve a cometer delitos de estos que quedan unas secuelas en un pueblo pequeño a todos los niveles; ha hecho mucho daño a mucha gente de aquí”, ha subrayado el alcalde.
La postura de la Diócesis de Plasencia
Sobre el comunicado de la Diócesis de Plasencia en la que se manifestaba que el religioso estaba apartado desde 2015 de labores pastorales, Garrido ha señalado que “no sé si el Obispado lo sabía o no lo sabía, pero este hombre seguía dando misa y apareciendo en actos muy importantes como la festividad de la Virgen de las Cruces de Don Benito, incluso en actos de niños, como la ofrenda infantil a la virgen”.
Ha desvelado que se ha puesto en comunicación con el actual sacerdote que ejerce en Mengabril para pedir una entrevista al obispo, tanto para abordar este tema, como el problema de la casa parroquial, que sigue ocupada por el matrimonio rumano condenado.
Sigue residiendo en la casa parroquial que en su día les cedió el religioso condenado y “ni el sacerdote actual ni nadie puede servirse de esa casa”, ha asegurado el alcalde.