El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, es un aficionado al Carnaval, al Romano de la capital extremeña y al de Cádiz, donde participa en el concurso con su chirigota. El tema elegido por el regidor y su agrupación este año ha sido 'Brigada de Estupefacientes. Harte uno mi teniente' en referencia a la detención de los policías nacionales de la brigada de estupefacientes de Mérida el pasado septiembre en una operación antidroga.
Rodríguez Osuna ha denunciado en redes sociales que en los últimos días ha recibido “algún insulto y amenaza por el hecho de parodiar un tipo y un suceso”, lo que es una muestra peligrosa de hasta qué punto se puede llegar por intentar cercenar la libertad de expresión.“
Para el regidor, mucha culpa la tiene el PP local, que el viernes criticó que al alcalde le resulte “graciosa una situación dramática” porque “la sátira y la crítica deben tener unos límites” y, además, se trata de un suceso “por el que hemos sufrido todos”, añadió la formación.
Estas declaraciones han contribuido a “echar gasolina al fuego” por parte de “la derecha de esta ciudad”, según Rodríguez Osuna, que defiende esta fiesta como “libertad, crítica, transgresión y sobre todo cultura”. En su publicación en redes sociales explica que un chirigotero o un carnavalero “suele reírse hasta de su madre, de él mismo, y de cualquier desgracia, y casi siempre con clase, ironía y elegancia. Pero últimamente, los ofendiditos de la moral, los que se acuerdan de la madre del Presidente del Gobierno en un bar, los que vociferan libertad de expresión para insultar y denigrar al prójimo, esos, ahora señalan, acusan y repudian cualquier letra, canción o disfraz si ofende a su moral clasista y conservadora”.
Concluye la publicación advirtiendo que Carnaval “nunca va a estar en peligro. Si no pudo el Franquismo con él, no van a poder tres rajamantas”.