Mujeres y también hombre voluntarios llevan alivio físico, y ánimo moral, a las mujeres operadas de las mamas. Desde el pequeño pueblo de Valdefuentes (1.370 habitantes) fabrican y regalan un cojín terapéutico que ayuda a recuperarse de la cirugía, en un movimiento que nació en Estados Unidos y que a España llegó desde Mallorca.
Miles de grupos –en Extremadura hay al menos otros dos, en Plasencia y Mérida- dedican tiempo a esta labor que, en el entorno del Día Internacional de la Mujer que se celebra hoy domingo, ocupa en el caso de Valdefuentes a una veintena de personas. Hay algunos hombres “que no se atreven a coser”, pero ayudan a comprar materiales y a repartir los corazones de tela, explica Mariluz Cortés, una de las voluntarias. El sacerdote es el que ha cedido locales de la iglesia.
“Aquí en el pueblo hay muchas mujeres operadas y había que hacer algo”. Extremadura presenta una de las tasas más altas de España de masectomizadas.
Este grupo surgió en enero de 2015, y para recibir una de sus obras de forma gratuita no hay más que dirigirse a él desde su blog en internet , aunque también trabajan en envíos colectivos a las ingresadas en el hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, por medio de la Asociación Oncológica Extremeña, y la Asociación de Lucha contra el Cáncer.
Han repartido ya más de 80 almohadas, y los materiales los costean ellas aunque es frecuente que muchas mujeres y familias que reciben este regalo hagan algún donativo para ayudar. El lema de este movimiento mundial, el Proyecto Micky, es 'No se venden, no se compran, se regalan'.
“Tiene una gran importancia emocional que otras mujeres te hagan este regalo”.