Las concentraciones han sido multitudinarias también en Extremadura. Cientos de personas, acompañadas de colectivos del tercer sector, sindicatos y partidos políticos, han querido mostrar su repulsa a las devoluciones a Turquía de personas refugiadas que plantea la Comisión Europea. Unas protestas que reclamaron este miércoles al Gobierno del PP en funciones que diga un ‘no’ alto y claro al acuerdo.
Así las protestas se repitieron en diferentes localidades, en la Plaza de España de Mérida y a las puertas de las sedes del Gobierno civil en Badajoz y Cáceres, entre otros. Los convocantes califican de “vergonzoso” el preacuerdo porque consideran que va en contra de los derechos humanos.
Virginia Domínguez, de Refugiados Extremadura, advierte que se están planteando “devoluciones en caliente” con personas que están huyendo de la guerra y de conflictos armados, y que son ilegales.
¿Y los Derechos Humanos?
Fueron unas protestas pacíficas, en las que las personas asistentes unieron sus voces para recordar que no se trata de caridad, sino “justicia social” amparada en el artículo 14.1 de la Declaración de Derechos Humanos: en caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él en cualquier país.
Varios ayuntamientos pusieron las banderas de la UE a media asta. En símbolo de luto, entre ellos Mérida y Zafra. En el caso de la capital extremeña las autoridades municipales han decidido mantener la bandera a media asta que Europa cambie y se adopte “una aptitud positiva legal y humana”.
A la concentración de la localidad emeritense se sumaron representantes de PSOE, Podemos e IU, entre otros, junto con el consejero de Política Social, José María Vergeles. También CEAR y EAPN Extremadura, junto con el Consejo de la Juventud de Extremadura, Campamentos Dignidad y los sindicatos UGT o CCOO.
Más palabras de repulsa
Los firmantes de esta convocatoria a nivel estatal denuncian que con el preacuerdo la Unión Europea trata a los refugiados como “moneda de cambio” con el Gobierno de Turquía, traslada la crisis de los refugiados “fuera de sus fronteras” y abandona los valores que configuran Europa como un espacio común de libertad, seguridad y justicia.
Desde UGT Extremadura, su secretario general Francisco Capilla advierte que en caso de aprobarse “se estará cometiendo el más grave de los deterioros de la Europa social, con la que se vulneran los derechos humanos”. “Intercambiar derechos por dinero no es el camino”.
Por parte de CCOO Extremadura, José María Rosado apunta que se está gestando “un destrozo de la Europa de los derechos”. “Una solución lamentable para miles de personas refugiadas”.
También ha querido mostrar su repulsa Miguel Ángel Morales, portavoz del PSOE de Extremadura, que dice que en coherencia con sus ideas los socialistas muestran el apoyo a una causa justa y una “barbaridad” con la que la UE ha planteado cambiar dinero por personas. “Es de justicia, de sentido común, estar con la gente que está huyendo de la guerra, de la muerte, y estamos esperando que Europa tenga una respuesta de acogida”.
“Si el tratado se lleva a cabo los que estamos cruzando una frontera muy peligrosa somos nosotros, no ellos”. Esta la reflexión que hace Refugiados Extremadura.
Los manifestantes acusan a la Unión Europea de haber 'comprado' las devoluciones a Turquía por 3.000 millones de euros por los costes de gestión y 3.000 millones de euros adicionales en 2018, además de la eliminación del requisito de visado para los ciudadanos turcos en Europa a partir de junio de 2016 y la agilización de la entrada de Turquía a la Unión Europea.
Advierte Virginia Domínguez que aunque España se posicione en contra de las ‘devoluciones en caliente’, dependiendo del quórum puede que haya puede salir adelante la firma y ratificarse. “Nos oponemos a un convenio que a todas luces es ilegal porque incluso los propios servicios jurídicos de la UE están buscando resquicios para ratificarlo, porque es absolutamente ilegal”. “No solo es que es ilegal, sino que es inmoral, es inhumano”.
Se pregunta si lo único que le preocupa al Gobierno de la UE es que estas personas no lleguen a nuestras fronteras, “y parece que no les preocupa los casi 4.000 muertos que ha habido en el Mar Egeo, la situación de miles de personas atrapadas en Atenas, la situación de miles de personas presentes en los campos de Calais o Dunkerque”.