Aparecen indicios en la búsqueda de Manuela Chavero que pasan a investigación judicial
Barrancos, arroyos y caminos. La localidad de Monestrio ha sido barrida con mucho mimo. Un trabajo concienzudo en 27 kilómetros lineales de orografía compleja, en mitad de la Sierra Suroeste, con grandes desniveles y terraplenes.
Más de 300 personas se sumaron este sábado a la gran batida en busca de Manuela Chavero, de la que se cumplen tres meses sin noticias. El objetivo de la cuarta búsqueda no solo era encontrarla, también encontrar pistas que aporten nueva información.
Por el momento siguen abiertas todas las hipótesis sobre el devenir de esta vecina de Monesterio, madre de dos menores y separada del padre de sus hijos. Sin embargo en el rastreo han sido hallados varios indicios que ahora tienen que ser analizados y que han pasado a disposición judicial. Los responsables del operativo no han desvelado el contenido de estos indicios porque sobre el caso se decretó el secreto de sumario.
Se trata de un dispositivo ha seguido la metodología creada por el policía local de El Espinar (Segovia) José Ángel Sánchez. Se denomina 'Búsqueda en grandes áreas' y ha sido aplicado ya en otros 52 casos con un 80 por ciento de éxito.
Sus buenos resultados residen en la coordinación de las personas voluntarias que se sumaron a a batida, junto a la Guardia Civil, policía judicial y bomberos. También Protección Civil y Cruz Roja, entre otros cuerpos, y todos coordinados, trabajando de la mano en sintonía.
El dispositivo se ha montado gracias a la colaboración de la fundación que dirige el periodista y presentador Paco Lobatón, dedicada a la búsqueda de desaparecidos: QSD Global. Hasta Monesterio se desplazó Lobatón para conocer de primera mano los trabajos de búsqueda de Manuela.
Durante varias horas, sin descanso, cientos de personas han barrido al detalle el terreno sobre la referencia de 15 puntos 'calientes' en los que puede haber alguna pista. Hasta Monesterio se desplazaron especialistas en restos óseos, unidades subacuáticas y caninas de la Guardia Civil, así como un helicóptero y decenas de vehículos. Todos los indicios que han aparecido han sido puestos a disposición judicial.
La experiencia de las personas voluntarias
Incertidumbre y nervios a parte iguales. También esperanza de encontrar a Manuela con vida. Ese es el sentimiento que a pie de calle transmitían los voluntarios y voluntarias que se echaron al campo.
Muchos de ellos la conocían personalmente y el proceso de búsqueda es un mal trago. Un 'disgusto' por el que había que pasar para echar una mano.
Entre ellas Paula, vecina del municipio, que se emociona al hablar de Manuela. Piensa que el paso del tiempo juega en contra de la ilusión de volver a verla. “La esperanza es algo que nunca se pierde, pero es cierto que van pasando los días y.... (silencio)”.
Ella, y otras 25 personas formaron un grupo que analizó un tramo de cauce del arroyo. Sobrepasando la maleza y siguiendo en todo momento las aguas como le habían indicado.
Cuenta Marisa, otra vecina del pueblo, que las indicaciones que recibieron en su grupo eran estar atentos en la tierra a llaves, zapatillas de la talla 38 o pantalones de pijama, la ropa que se supone que llevaba la desaparecida.
Hay que tener en cuenta que a las afueras de un municipio aparecen muchos restos de tejidos y todos ellos han sido entregados a las autoridades, que han hecho la correspondiente custodia. Ahora toca determinar si pertenecen a la desaparecida o no. Un grupo ce cuatro vecinos del Real de la Jara, ataviados con tus gorras y palos de senderista, comentan cómo ellos mismos han hecho entrega a la Guardia Civil de restos de ropa.
En las conversaciones, arropados por la sombra, opiniones encontradas entre los voluntarios. Hay quienes piensan que Manuela está retenida, algo que también mantiene la familia de la desaparecida; mientras que hay otros que piensan que su futuro ha sido fatal.
En este sentido Paco Lobatón incide en que es pronto para hacer hipótesis. Todos los indicios apuntan a que su desaparición no fue voluntaria y ahora, con el rastreo y con las investigaciones, es necesario determinar si hubo una acción criminal por parte de una tercera persona. “El valor de descartar, para continuar con la investigación, es imprescindible en este momento”.
“Esto se tendría que haber hecho antes”
Una de las cuestiones que transmitió Paco Lobatón es que un dispositivo de esta naturaleza, mutitudinaria y con una coordinación de todos los dispositivos al unísono, se debería de haber puesto en marcha de manera inmediata a la desaparición. Días y horas después de no tener noticias del paradero de Manuela.
Destaca que es necesaria la puesta en marcha de unidades especializadas con personas desapaceridas. Y acciones como las de este sábado marcan el camino a seguir: trabajar de forma conjunta y más fluida entre todos los actores.
Comentó que por ejemplo, para montar el acto de este sábado, ha sido necesario mantener numerosas conversaciones y cursar infinidad de solicitudes. Y este es un trabajo que hay que hacer “con prontitud, rapidez y agilidad”.
Apoyo de familiares de más desaparecidos
La hermana de Manuela, Emilia Chavero, quiso tener unas palabras de agradecimiento para todas las personas que este sábado de volcaron en la búsqueda. Una búsqueda que según comentó le ha dejado muy tranquila y merece una nota de 10.
En la búsqueda participaron también familiares de más personas desaparecidas, en concreto los familiares de Ángeles Zurera, de Aguilar de la Frontera; junto con los allegados de Antonio Gómez, de Mijas; y Francisco Molina, de Córdoba.
Fueron ellos mismos los que coordinaron algunos de los grupos, por la experiencia previa que tienen. Supone además un aliciente para la familia de la vecina de Monesterio desaparecida.