Campamento Dignidad: una semana de encierro en Badajoz pidiendo “pan, trabajo y techo”
“No resulta fácil permanecer en una protesta las 24 horas del día. Vivir, comer y convivir en el mismo sitio. Es una acción muy importante, pero al mismo tiempo muy dura, sobre todo en épocas como la Navidad”.
Esta es la reflexión de Manuel Cañada, miembro del Campamento Dignidad, tras una semana de encierro en la ciudad de Badajoz bajo el lema “pan, trabajo y techo”.
El encierro de Badajoz continúa en la Parroquia de San Juan Bautista, junto al Teatro López de Ayala. Se trata de una protesta en la que participan decenas de personas, aunque es mucho más que eso, según destaca Cañada. Se trata también de toda esa gente que lleva comida, que aporta colchones o se pasa para firmar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), en favor de una renta básica de inserción en todo el territorio español.
Manuel Cañada considera que el encierro está siendo un éxito, no solo por el apoyo de la ciudadanía de Badajoz, de la gente de la calle. También por el respaldo que han tenido de movimientos sociales y todos los partidos políticos, a excepción de PP.
De hecho el encierro comenzó hace ahora una semana en la Catedral de Badajoz. Tres días más tarde, y alegando que era el acuerdo que se había alcanzado con el obispado, el vicario de este templo les “invitó” a abandonarlo.
Llegado el momento de abandonar el templo, los activistas se vieron respaldados por medio centenar de personas, entre ellos representantes del PSOE de Badajoz, IU y Podemos, así como miembros y simpatizantes de CCOO, UGT, CNT y CGT. Junto a ellos activistas de la Plataforma Afectados por las Hipotecas, la Coordinadora Estudiantil de Extremadura, Cáritas, Redes Cristianas o la Plataforma 0,7%.
El apoyo de partidos y movimientos no impidió el desalojo del obispado de la veintena de miembros del Campamento Dignidad y la Plataforma de Indignados de Olivenza que pernoctaban en la Catedral.
En su nuevo hogar la protesta va adquiriendo más repercusión, porque a medida que van pasando los días más personas conocen la protesta. Además cientos de pacenses pasan a diario por la parroquia, situada en el centro de la ciudad.
“Pero somos muchos más. Somos también los compañeros de Villafranca o de Almendralejo. También es el encierro de Barcelona, la protesta de Galicia o la de Valencia”.
Según pone de manifiesto el representante del campamento, en el caso de Extremadura se trata de poner en evidencia la demora en el cobro de la renta básica para miles de familias, aunque también es la ILP por la renta básica en toda España, un trabajo digno y la puesta en marcha de medidas frente a la pobreza energética, con hogares sin recursos, sin luz o sin agua.
La agenda del encierro
Mientras la vida continúa en el encierro preparan las próximas acciones previstas en Badajoz. Este mismo martes protagonizarán una protesta junto a más movimientos a las puertas del Palacio de Congresos en repulsa al “derroche” de la Junta en el concierto de año nuevo que ofrecerá Woody Allen con su banda. Un concierto que tendrá un coste de 135.241 euros, a pagar por la Junta en poco más del 50% y el resto queda para el Ayuntamiento de Badajoz y Caja Almendralejo.
Además, el 31 de diciembre está previsto un taller de formación sobre Renta Básica, al que invitan especialmente a todas las personas que estén pendientes de reconocimiento del derecho o del pago de la prestación.
El viernes 2 de enero protagonizarán una “Ruta de la estafa financiera”, junto con la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Badajoz, por las principales entidades financieras “culpables de los desahucios”. Finalmente el domingo, 4 de enero, día en que está previsto que abandonen el encierro, realizarán un reparto de juguetes en la barriada de Suerte de Saavedra.