La Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura cree que las afirmaciones del alcalde de Badajoz, Francisco Fragoso, sobre los enterramientos por rito musulmán en el cementerio de la ciudad “no ayuda mucho a la convivencia y el buen entendimiento en nuestra región”.
Según Fragoso las pretensiones de esa comunidad religiosa son incompatibles con la Constitución ya que exigen que no haya personas cristianas enterradas alredor, que no intervenga ninguna mujer enterradora, o que el espacio, que es público, sea gestionado por el colectivo islámico.
Adel Najjar, presidente de esa agrupación de comunidades de musulmanes y en nombre de la misma arfirman que lamentan la negativa, “una vez más, al derecho al enterramiento según el rito islámico en un especio adaptado dentro del cementerio civil, como marca la ley de Cooperación del año 1992 firmado entre el estado español y la Comisión Islámica de España”.
Su compromiso, añade, “continuará a favor de la libertad religiosa y el pluralismo confesional en nuestra región.
“Durante muchos años, la comunidad musulmana se esforzó para cumplir todas las normativas relacionadas con el enterramiento islámico, firmando un convenio con la Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura, aceptando que el cadáver esté en un ataúd para evitar el contacto directo con la tierra, como marca la ley sanitaria, y como exigía el ayuntamiento de Badajoz, argumentando más que una vez que el problema era tal cláusula sanitaría”.
También “hemos desmontado todos los falsos prejuicios sobre el enterramiento islámico, aclarando que la gestión del espacio es responsabilidad del ayuntamiento”.
“Somos”, asegura, “la única comunidad musulmana a nivel nacional que se le niega está petición tras 21 años de espera. En España hay más de 30 parcelas adaptadas a este tipo de enterramiento islámico , por lo que no entendemos que la concesión de tal parcela sea incompatible con el espíritu que debemos tener en España, como ha manifestado el señor alcalde”·
Desde la comunidad musulmana reprochan que “la falta de la aplicación de la ley de Cooperación del 1992, y la continua negativa del gobierno de Badajoz a la concesión de un espacio para el enterramiento islámico, no ayuda mucho a la convivencia y el buen entendimiento en nuestra región”.