Si ya no hay crisis: ¡Fuenteovejuna¡

David A. Rochefort y Roger W. Cobb en 1993 definieron “crisis” como una de las siete categorías dentro de las que encuadrar y estructurar las políticas públicas. Su teoría aludía a la crisis como una “fase de desorden en el desarrollo aparentemente normal de un sistema … transiciones durante las que las maneras normales de operar ya no funcionan”.

Sin duda esta definición se acerca mucho a la que ha padecido y padece nuestra sociedad, una suerte de estado de sitio político y social durante el que se ha aplicado el toque de queda parlamentario, los llamamientos a filas ideológicos y las apelaciones patrióticas a la lucha y el sacrificio. Sin embargo en esta guerra no hay Aliados frente al poder del Bundesbank, los anuncios de Campofrío nada tienen que ver con La Señora Miniver, y el sur de Europa está gobernado por los 100.000 hijo del Mariscal Petain.

Sin embargo por un momento hagamos caso a Rajoy, escuchemos cuando anuncia que ya acabó la crisis, hagamos caso a Monago cuando se vanagloria de que la región está mejor hoy que cuando llegó y a Fragoso cuando dice que en la ciudad baja el paro. Les debemos hacer caso aunque mientan, porque en el momento en que den esta guerra por terminada ya no tendrán excusa que justifique las alcabalas sociales pagadas con recortes brutales, no habrá argumento que valide la leva que arranca a España milles de jóvenes para enviarlos al extranjero, en definitiva, si llega la paz, tocará echar cuentas y ver quién perdió, quién ganó y cuántos se quedaron por el camino.

La gran excusa ha sido la gran mentira, la crisis financiera de unos pocos la hemos pagado entre muchos a la vez que han mantenido beneficios y prebendas. Mientras tanto el pueblo traicionado ha gritado contra sus defensores, los guardianes de un estado de bienestar que han desertado, han dejado las puertas abiertas al enemigo mientras han hecho rapiña entre los suyos para reponer las pérdidas que los ricos tuvieron fuera. Lo que Rajoy llamó FROB, Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria y con menos florituras todos conocemos como el rescate de la Bankia de Rato y Blesa, las cajas de ahorro politrufadas y demás bodrios.

Dinero de Europa que en los pobres países rescatados fue a los ciudadanos y que en los países “ricos” como España va a parar al bolsillo paradisiaco y tropical o nevado de los canallas que mandan aquí. Las gentes en este reino salían a trabajar duro para comer y pagar diezmos y sin ningún lujo pasaron los años de bonanza y aventureras empresas de la corte y su nobleza. A la postre, aquellas naves naufragaron en las americanas empresas de marinos del Santander y otros puertos, marcándose un Trafalgar privado que con la ayuda de uno de los capitanes hundidos terminarán por mutualizarnos. Y es que de Guindos no es Churruca, pilotaba una nave corsaria de la que saltó antes de hundirse, y después Rajoy le da el mando de la escuadra española para que rescate al resto de piratas.

Lope levantó al pueblo de Fuenteovejuna contra las fechorías del Comendador, sus abusos fueron respondidos por un pueblo orgulloso y unido con el apoyo del rey. Sin embargo nosotros tenemos en frente una legión de gañanes con ademanes aristocráticos seguidos por una tropa chusca de serviles que muerden y arañan con tal de roer los huesos que sus amos sobran. En estas que estamos necesitamos un grito que aúne a todo el pueblo y lo eche sobre los rufianes que saquean el reino que deben defender.

Quizá no sea el momento del teatro, ni siquiera una novela, hará falta una canción a golpe de iPod, un blog o quién sabe si una caja de máscaras de Guy Fawkes. Sea V de Vendetta o F de Fuenteovejuna es el momento de hacer balance y ajustar cuentas.