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Acoso sexual y discriminación laboral, situaciones de violencia machista que sufren las jóvenes extremeñas

Las diferentes formas de violencia de género están presentes en el entorno de la mujer desde que son pequeñas y se transforman y son constantes a lo largo de su vida.

El acoso sexual y la discriminación laboral son las principales formas de violencia machista reconocidas por las jóvenes extremeñas, según un informe presentado por el Consejo de la Juventud de Extremadura y elaborado con los testimonios recogidos en el proyecto “Cuadernos Violetas”. 

El Consejo de la Juventud visibiliza en sus ‘Cuadernos Violeta’ las formas ocultas de violencia y los machismos sutiles que sufren las mujeres. Se trata de hojas en blanco que se entregan a las extremeñas, para que de manera anónima expliquen situaciones incómodas o discriminaciones que han vivido.

La presidenta del consejo extremeño, Elena Ruiz, explica que las primeras formas de violencia reconocidas suelen aparecen en la infancia con el llamado “bullying”, un fenómeno que no afecta sólo a las niñas. 

Hoy en día ya se empiezan a denunciar casos de violencia de género en la adolescencia, sobre todo entre los 16 y 17 años, cuando se dan muchas situaciones de acoso sexual ocasionado. “Sobre todo por hombres mucho mayores y desconocidos, en situaciones de ocio o mientras practican deporte al aire libre”.

A medida que avanza la edad, en la veintena, surge de manera más frecuente la discriminación en el ámbito laboral, en especial a la hora de acceder en igualdad de oportunidades a un puesto de trabajo. Según el informe del Consejo de la Juventud es a partir de los 30 cuando se intensifica la violencia ejercida por la pareja y se denuncian casos de agresión física. 

¿Quién ejerce la violencia?

De acuerdo con este informe, en la mayoría de casos, la violencia de género suele ser ejercida por la propia pareja, seguida por desconocidos o poco conocidos, aunque también ocurre en la propia familia, por el padre o hermanos, incluso por otras mujeres, como madres que promueven la cultura machista en el hogar.

Elena Ruiz ha destacado la necesidad de trabajar por la erradicación de todo este tipo de este tipo de violencia, porque crea “inseguridades” y “marca la psicología y bienestar de las mujeres”.

El informe pone de relieve también que las jóvenes que han participado en esta iniciativa de “Cuadernos Violetas” suelen reconocer, tras vivir estos casos de machismo, sobre todo sentimientos de indignación, así como un elevado índice de daños morales o psicológicos. También se encuentran actitudes positivas que llevan, al enfrentarse a estos casos, al empoderamiento femenino. 

El maltrato físico 

El Consejo de la Juventud se plantea desarrollar a sobre todo este proyecto de “Cuadernos Violetas” en los centros educativos, para que desde edades tempranas los niños y niñas empiecen a reconocer las situaciones de discriminación, machismo o violencia ejercida contra la mujer.

La presidenta del Consejo de la Juventud ha reconocido que aunque los testimonios que han recogido no se aprecia un incremento del maltrato físico por violencia machista entre las jóvenes, esto no quiere decir que no se dé, “porque sabemos que ocurre”. Ha explicado que para que una mujer joven quiera compartir este tipo de situaciones “significa que ha tenido que superar un proceso y empoderarse”.