Los profesionales de los Centros de Drogodependencias de Extremadura (CEDEX) cuentan con una nueva herramienta para abordar el preocupante problema de consumo de alcohol y drogas por parte de menores de edad, con la elaboración de un protocolo en el que han participado los propios profesionales.
Este “Protocolo de Atención a Adolescentes y Jóvenes en CEDEX” ha sido presentado a técnicos de estos centros por el secretario técnico de Drogodependencias, Quintín Montero, que ha explicado que el objetivo es, a partir de ahora, crear grupos de trabajo para que se puedan ir uniendo otros centros y avanzar en la línea de trabajo.
Montero ha explicado que este protocolo se incluye en la línea de trabajo diseñada por esta secretaría en la detección precoz de estos problema en menores de 18 años, ya que están muy preocupados las cifras altas, sobre todo en el alcohol, ya que el 80 por ciento de estos jóvenes consumen, aunque el dato no es muy distinto del de otras zonas de España.
De las casi 5.000 personas atendidas en los CEDEX, un 5 por ciento (250) suelen ser menores de edad, según ha indicado Quintín Montero. Además, ha señalado que hay un consumo habitual de alcohol entre los jóvenes de entre 14 y 18 años, en casos “en los que no hablamos de probar, de algo experimental” y ha recordado los efectos perniciosos que tiene en esta etapa en lo que se refiere al desarrollo madurativo.
Ha precisado que no hay distinción, ni por clase social ni por núcleos de residencia, aunque sí por sexos, ya que en esta etapa adolescente el consumo es muy superior en chicas. Quintín Montero ha detallado que la “vía de entrada” para jóvenes en esta situación es siempre el centro de atención primaria, aunque con este protocolo se pretende que desde los CEDEX se pueda dar una atención específica, y utilizar la red de asistencia pública como apoyo y orientación a los profesionales.
Por su parte, Sila Sánchez, técnica del CEDEX de Castuera y una de las que han elaborado el protocolo, ha explicado que los profesionales observaban que no podían trabajar igual con estos jóvenes que a los adultos que llegaban con problema.
Ha detallado que la línea de actuación con estos jóvenes es la intervención temprana, cuando empiezan los primeros consumos, y ha considerado que la familia del joven se implique para poder afrontar estas situaciones. Precisamente el protocolo también aborda como recuperar las relaciones familiares, a veces deterioradas, y ha añadido que la mayoría de las veces “al entorno familiar le cuesta” reconocer una adicción por parte de su hijo.
“Suelen venir por presiones externas, con adolescentes a los que han pillado, a los que les han encontrado alguna sustancia”, ha explicado Sila Sánchez, que también ha recomendado estar atentos a indicios como cambios de comportamiento, aunque siempre teniendo en cuenta que en esta edad los adolescentes suelen estar más distantes, por lo que debe haber “un cúmulo de factores”.
Como recomendación, ha instado a los padres que detecten estas circunstancias, a que se pongan en contacto con los CEDEX “porque además de protocolo hay otro de familias, y los profesionales le orientarán”.