La fecha en que las piscinas de los dos reactores de la Central Nuclear de Almaraz se llenan de residuos radiactivos es la clave para la construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI).
Es el argumento que enfrenta a Ecologistas en Acción y el Foro Ibérico Antinuclear, frente a los propietarios de la central.
Mientras la central apunta a que el reactor I solo tiene capacidad de almacenaje hasta 2018, y que por lo tanto requiere de un ATI para esa fecha, los ecologistas señalan que es falso. Piensan que es un intento por prolongar la vida de la central en el horizonte de 2020, porque las piscinas “tienen capacidad suficiente para albergar sin problema el combustible gastado cuando la central cumple 40 años y por lo tanto no necesitan de un ATI”.
El dictamen de la Declaración de Impacto Ambiental que decidirá si el cementerio nuclear temporal se instala o no parece inminente. La suerte de esta declaración no está siendo tan lenta como la de la mina Aguablanca, de la que no hay noticias desde hace más de un año pese a tener al sur de Badajoz en ascuas porque de ella depende la continuidad de la mina de Monesterio.
Según adelantaba este martes el Periódico Extremadura, todo está listo para la declaración favorable en el caso del Almacén Temporal Individualizado de Almaraz, a la espera de publicarse en el Boletín Oficial del Estado.
Alegaciones de la Junta
La DIA no ha salido publicada de momento en el boletín oficial, aunque una vez que se haga habrá un plazo de unos 10 días alegaciones en los que los ecologistas prevén argumentar problemas en la seguridad de la planta y de toda la comarca por su instalación.
Meses atrás se abrió un periodo de información pública y de consultas dentro del procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria del proyecto tras la solicitud presentada por la central al Ministerio de Industria.
Fue un periodo en el que la Junta, al igual que los ecologistas, emitió un informe desfavorable. Entiende el Ejecutivo de Vara que Almaraz tiene capacidad suficiente para albergar combustible hasta la fecha del final del permiso de explotación.
La tesis de que en Almaraz hay espacio
Ecologistas en Acción aporta datos que corroboran según comenta la tesis de que Almaraz dispone de capacidad suficiente para seguir acumulando residuos hasta la fecha del final de su vida útil. Los saca de las propias informaciones oficiales del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Ecologistas señala que las piscinas de combustible gastado de Almaraz I y II se saturarán en 2022 y 2023 respectivamente, más allá de los 40 años de vida de estos reactores.
El grado de ocupación actual de Almaraz I y II sería del 84,52 y del 79,9 por ciento, respectivamente. Sus cálculos apuntan a que la recarga 27 del reactor I se puede hacer en 2020, lo que permitiría a la central funcionar hasta enero de 2022 sin necesidad de construir un ATI.
Añaden que en el reactor II la central pararía en enero de 2023, sin necesidad de un ATI porque el periodo de vida útil concluiría antes. “Sería incluso posible alargar la vida un año más, sin más que hacer recargas de 55 elementos combustibles”.
La conclusión a la que llegan es que la construcción del almacén antes de estas fechas “no se justifica si no es para poner los medios necesarios para prolongar la vida de los reactores (...) cumpliendo así con las pretensiones de la industria nuclear española”.
Sostienen que en caso contrario, el proceso de 'licenciamiento' y construcción del ATI podría haber comenzado tras el cese de explotación de la central, sin que se supusiera ningún retraso para el proceso de desmantelamiento.
En el cálculo de la evolución de la capacidad de las piscinas de combustible gastado de las dos unidades, Ecologistas en Acción tiene en cuenta que a partir de finales de los 90 “las recargas se hacen en Almaraz en ciclos de 18 meses, en lugar de 12”. “De esta forma se ahorra combustible, aunque los residuos sean más radiotóxicos”.
Explican también que en las piscinas siempre hay que dejar la capacidad necesaria para vaciar todo el núcleo del reactor, algo que se hace para sacar todos los elementos combustibles en caso de accidente, al mismo modo que aclaran que “solo se renueva una fracción del núcleo: 64 elementos en cada recarga”. El núcleo está constituido por 157 elementos.
La central desmiente estas estimaciones
Frente a esta versión, fuentes de la Central Nuclear de Almaraz señalan a este diario que el grado actual de ocupación de las piscinas de combustible gastado es el siguiente: “Unidad I al 88,40% y la Unidad II al 83,79%”.
“La fecha en que está prevista la saturación de las piscinas (teniendo en cuenta que hay que tener una reserva de 157 espacios para descargar el núcleo y descontando las posiciones no utilizables) es: Unidad-I 2018 y Unidad-II año 2021”.
“Si se saturara la piscina de la U-I y no estuviera construido y disponible el ATI antes de mediados de 2018 la solución tendría que darla Enresa que es la entidad responsable en España en esta materia”.
Unos datos que, según indica, proceden del CSN en su propuesta de Dictamen Técnico de informe favorable de la solicitud de autorización y montaje de la modificación de diseño del ATI de la CNA de fecha 8 de septiembre de 2016 y en el acta de inspección sobre combustible gastado y de los residuos de alta actividad de fecha 8 de octubre de 2015.
En caso de que la Declaración de Impacto Ambiental sea favorable, como todo parece indicar, Ecologistas en Acción y el Foro Ibérico Antinuclear justificarán como principal escollo un problema de seguridad en la central como consecuencia de la construcción del almacén.
En cuanto a la instalación de un ATI en la superficie, alegan que puede ser un objetivo vulnerable a ataques y ponen de manifiesto que los problemas de seguridad “no son ninguna broma”. Apunta Ecologistas en Acción a la presencia de un simple lanzacohetes como arma que puede romper el contenido del contenedor, y que podría ir a parar al pantano de Arrocampo.
Señala además la presencia de radiación exterior que podría haber desde los contenedores hacia fuera, que puede ser bastante alta según denuncia. Si bien el ATI de Almaraz llevará insertado un muro de hormigón, frente al ATI de Zorita, esta barrea no impide a su parecer que haya altas dosis de radiactividad al exterior.
“La DIA positiva no sorprende a nadie, dados los enormes intereses de la industria nuclear en continuar con la explotación de la central, que produce aproximadamente un millón de euros de beneficios netos al día para sus propietarios”. “Tan claro lo tenían los explotadores de la central (Iberdrola 53%, Endesa 36%, Gas Natural Fenosa 11%) que ya han solicitado la licencia de obras al Ayuntamiento, lo cual resulta escandaloso, puesto que realizan esta petición sin tener los permisos preceptivos del Ministerio de Industria y la DIA positiva publicada en el BOE, y sin esperar a que venza el preceptivo periodo de reclamación tras la publicación en el BOE”.
Para Ecologistas en Acción las autoridades “se están plegando así a la satisfacción de los intereses de unas empresas privadas todopoderosas (...) y pasando por encima de la inquietud del Parlamento portugués que se ha dirigido al Gobierno en numerosas ocasiones interesándose por la situación de la central”.
A su juicio “lo más sensato sería proceder a un cierre escalonado de las centrales y abrir, a continuación, un debate serio sobre qué debe hacerse con los residuos radiactivos”.