Expertos en Haciendas Locales apuntan que uno de los principales problemas con los que cuentan las Ciudades Patrimonio de la Humanidad a la hora de poder mantener sus cascos históricos es el déficit al que se enfrentan por las exenciones del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de los Bienes de Interés Cultural (BIC).
Un curso de la Universidad de Extremadura (UEx), que se celebra en Cáceres, ayudará a determinar los costes de mantenimiento de las 15 Ciudades Patrimonio y cuantificará lo que dejan de ingresar por estas exenciones.
Una vez que se tengan las conclusiones, la presidenta del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad (GCPH) y alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, ha manifestado que “se elaborará un documento que servirá para negociar con el Ministerio de Hacienda y Administraciones las compensaciones que deben recibir nuestras ciudades”. “Preservar el patrimonio histórico no es sólo responsabilidad de los ayuntamientos”.
En Cáceres, ha señalado la presidenta, “nos gastamos mil euros diarios en el mantenimiento de nuestro casco histórico”. De este dinero 200.000 euros van destinados a la limpieza y mantenimiento del casco histórico y 165.000 euros se dejan de ingresar por las exenciones de IBI con la que cuentan medio centenar de edificios de la ciudad.
Gastos de otras ciudades
La cifra se eleva al millón o millón de medio de euros en la ciudad de Tarragona, según ha indicado el jefe de Servicios Económicos del ayuntamiento de este municipio, Jordi Sierra. Sierra, que ha ofrecido una ponencia en el encuentro, ha señalado que en el curso se va a tratar de homogeneizar los criterios para calcular el déficit estructural que tienen estas ciudades y buscar mecanismo para compensar este sobrecoste de mantenimiento.
Por su parte, el catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Jesús Ramos Prieto, ha destacado el IBI como “el principal recurso de las Haciendas Locales” que llega a suponer el 25 por ciento de sus ingresos.
La exención tal y como está plasmada en la Ley, ha explicado, “tiene una redacción muy confusa y ha dado lugar a ciertos conflictos en los tribunales”.
Lo más novedoso, ha apuntado el catedrático, es que desde 2013 no están exentos los inmuebles que aún siendo BIC estén afectados por una explotación económica, salvo que sean inmuebles de entidades beneficiarias del mecenazgo, el Estado o las Comunidades Autónomas, como por ejemplo los Paradores. De esta forma, ha remarcado “prevalece el hecho de que se está desarrollando un negocio sobre que sea un BIC”.
Por otra parte, ha apuntado que otro problema para los ayuntamientos es que “el incremento del turismo en ciudades monumentales no se traduce de manera directa en la recaudación de los ingresos municipales porque los tributos municipales no son sensibles al turismo”.
Uno de los directores del curso, Francisco Álvarez, ha indicado que además se va a contar con ponentes de Portugal e Italia, entre los que se encuentra el experto en la gestión de patrimonio Federico Solfaroli, quienes van a relatar la situación de sus países en cuanto a la fiscalidad.
Álvarez ha apuntado que además de las exenciones de IBI de los Bienes de Interés Cultural hay que determinar lo que se deja de ingresar por las exenciones de las confesiones religiosas.