Los indicadores epidemiológicos de Extremadura, donde el 95,08% de los casos ya son de la variante británica, sitúan a la región en un nivel de alerta 1, aunque se mantendrán las restricciones de un nivel 3. Con ello, la región inicia los días festivo de Semana Santa con unas “cifras razonables” que responden a “lo ocurrido durante el puente de San José”, ha explicado el consejero de Sanidad José María Vergeles.
Este miércoles se han registrado en Extremadura 106 casos positivos -14 más que en la jornada anterior-, principalmente en las áreas de salud de Don Bneito-Villanueva de la Serena (46), Mérida (18) y Cáceres (16). Este centenar de contagios han comunicado, a su vez, 241 contactos estrechos.
A pesar de estos datos, la incidencia acumulada a los 14 días se sitúa en los 100 casos por cada cien mil habitantes, pero la tasa a los siete días (55 casos) hace prever un “muy discreto” ascenso en los próximos días en la región, según Vergeles.
Tanto es así, que la positividad de las pruebas diagnósticas realizadas ha escalado hasta el 4%. De las 3.000 que se hicieron el martes, que es la media del número de test que se realizan a diario, el 76% de los casos detectados eran asintomáticos.
El consejero también ha valorado la relajación de la presión hospitalaria en las últimas 24 horas. Hay 65 pacientes ingresados, cinco menos que el día anterior. Gracias a ello, la ocupación de camas COVID ha bajado hasta el 2% en Extremadura.
Sin embargo, se ha producido un nuevo ingreso en la UCI, con lo que hay 12 personas en intensivos por el coronavirus. El porcentaje de ocupación de las UCI extremeñas es del 6,8%.
En su comparecencia semanal para analizar la situación de la pandemia en Extremadura, Vergeles también ha informado de una nueva muerte en el área de salud de Cáceres. El número total de víctimas mortales en Extremadura desde el inicio de la crisis sanitaria es de 1.725.
Finalmente, Sanidad ha comunicado este miércoles cinco nuevos brotes en las localidades de Villanueva de la Serena, Villanueva de la Vera, Badajoz, Llerena y Madroñera. Por el contrario, se cierran dos focos, en las ciudades de Cáceres y Badajoz.