Representantes de distintas instituciones públicas y colectivos sociales extremeños han dado este domingo su último adiós a Quintín Montero, secretario técnico de Drogodependencias de la Junta, quien falleció el sábado como consecuencia de una enfermedad.
Sus familiares y amigos han recibido en la mañana de este domingo, en el tanatorio Puente Real de Badajoz, numerosas muestras de cariño por parte de diversas entidades y asociaciones de carácter social; un ámbito, el de ayuda a los más desfavorecidos, al que Quintín Montero dedicó buena parte de su trayectoria profesional y personal.
A lo largo de la homilía se ha subrayado el carácter luchador y de vocación social de Quintín Montero, una persona que “ayudó a vivir”, tal como demostró en su trabajo en Cruz Roja, Cáritas y Fundación Atenea, así como en su labor al frente de la Secretaría Técnica de Drogodependencias de la Junta de Extremadura.
La lectura, otra de sus pasiones, también ha estado presente en el oficio religioso, donde se han leído dos breves textos de algunos de sus autores preferidos, entre ellos Gabriel García Márquez.
Una complicación tras un transplante
Quintín Montero falleció a raíz de una parada cardiorrespiratoria tras haber sido sometido recientemente a un trasplante de riñón.
Licenciado en Pedagogía por la Universidad de Salamanca, Montero fue coordinador del Proyecto Vida (Programa de Drogodependencias de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz) y del Programa Regional de Intervención con Drogodependientes privados de Libertad, de Cruz Roja.
Además, fue director territorial de la Fundación Atenea de Extremadura y profesor en la Universidad de Extremadura.