Fiscalía y acusación particular mantienen la solicitud de penas contra los tres acusados de matar en 2012 en Zafra a un empresario y a su sobrina embarazada, al considerar que el juicio, finalizado este miércoles, confirma la existencia de un plan premeditado.
La acusación particular ha pedido durante las conclusiones finales de la vista, celebrada en la Audiencia Provincial de Badajoz, 50 años de cárcel para los hermanos S.J.B. y F.J.B., y para el cuñado de éste último, J.A.; la máxima pena por los delitos de doble asesinato y aborto no consentido.
Por su parte la Fiscalía fija la pena a imponer en 37 años y medio para S.J.B. y F.J.B., mientras que para el cuñado de éste último añade dos años más por tenencia ilícita de armas.
La defensa de S.J.B. -que en el primer día del juicio reconoció los hechos aunque exculpó a los otros dos acusados- ha pedido los atenuantes de arrebato, obcecación y de confesión, aunque ha retirado el de legítima defensa.
Una defensora sostiene que no hay pruebas
Mientras tanto la abogada de los otros dos acusados considera que no hay pruebas que acrediten la participación de ambos en el asesinato del empresario segedano y de su sobrina embarazada.
Sin embargo la Fiscalía considera que existen muchos indicios que atestiguan que se trató de un plan premeditado por parte de S.J.B., del que eran conocedores su hermano, quien le acompañó de Valencia a Zafra, y del cuñado de éste, que les facilitó la pistola. Sería indiferente si el motivo de la visita de los hermanos a Zafra se produjo era que el empresario segedano los estafó, o si fueron ellos quienes engañaron a la víctima, pues “no estamos en el salvaje Oeste”.
En su alegato final el abogado de la acusación particular, Miguel Parra, ha comparado este caso con las ejecuciones del Estado Islámico, al quedar probado que el empresario y su sobrina fueron ejecutados a sangre fría. Lo atestiguarían el hecho de que esté demostrado que la pistola del crimen fue introducida en la boca del empresario, o que la mujer estuviera de rodillas suplicando por su vida y con la mano en una postura defendiendo al feto.
El jurado de este juicio deberá ahora deliberar, con un cuestionario donde expresarán su parecer por estos hechos, para arrojar una decisión que podría hacerse pública en las próximas horas.