La frontera terrestre entre España y Portugal seguirá cerrada por 15 días más, hasta el 3 de mayo, según acuerdo renovado de ambos países y que ha dado a conocer este jueves en Lisboa el primer ministro luso, Antonio Costa; lleva así desde el 1 de febrero.
El Consejo de Ministros del Gobierno portugués se ha reunido durante nueves horas y aprobado las normas de la tercera fase del plan de desconfinamiento, amparado en el estado nacional de emergencia renovado este miércoles, una fase nueva que transcurrirá desde el próximo lunes 19 hasta el lunes 3 de mayo.
Un paso de avance en el que sin embargo seis municipios (concejos) no entrarán, sino que se quedan igual, y otros cuatro volverán a la fase anterior, en ambos casos por su elevada incidencia de virus.
Dentro de un panorama de reactivación y apertura general en todo el país, la frontera seguirá cerrada y solo se dejará pasar como hasta ahora a transporte de mercancías, personas que viajen por razón de trabajo, estudio, u otras causas justificadas.
Preguntado por ello en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Costa ha respondido que hay un acuerdo con el Reino de España para mantener la frontera cerrada, que se renueva por 15 días más, y que aunque los datos de incidencia de covid en ambos países tienen una tendencia positiva, “todas las cautelas son pocas”.
Por lo tanto se prolonga el cierre en principio hasta el domingo 2 de mayo, y el lunes 3 entrarían en vigor nuevas medidas, a decidir.
Institutos y universidades abiertas
Desde este lunes 19 vuelven a la actividad presencial los centros de educación secundaria y superior en todo Portugal, también en los 10 concejos que o no avanzan, o retroceden en cuanto a restricciones.
Por otro lado podrán abrir el interior de cafés, pastelerías y restaurantes, hasta las diez y media de la noche en día laborable y la una de la tarde fines de semana y festivos; en las mesas puede haber hasta cuatro personas en el interior y seis en las terrazas.
Abren también todas las tiendas y centros comerciales (antes solo los de menos de 200 metros), cines, teatros, auditorios, salas de espectáculos y centros de atención administrativa al ciudadano con cita previa; bodas y bautizos con 25% de aforo, actividades físicas al aire libre con grupos de hasta seis personas, y eventos en el exterior con limitación de asistentes según la superficie.
En todo el país sigue rigiendo el “deber cívico” de salir de casa lo menos posible.
Municipios con problemas
Por primera vez en este plan de reactivación que empezó el 15 de marzo tras unos meses muy duros -en enero Portugal era el país europeo con más casos y muertes en términos relativos-, se aplica el criterio de que los municipios con mucha incidencia (120) y que no mejoran, o no pasan a esta tercera fase, o incluso retroceden a la primera.
Son seis los que se quedan como están y no podrán hacer las nuevas cosas permitidas a partir del lunes, y entre ellos el alentejano Alandroal, limítrofe con Extremadura y que es el concejo del país en peor situación con 581 casos por 100.000 habitantes los últimos 14 días; en principio quedaba penalizado también Beja pero luego se corrigió por un error en los datos.
Peor les va a cuatro municipios, que retroceden a la fase anterior: Moura, Odemira, Portimão y Rio Maior, el primero de ellos también limítrofe con Extremadura; tienen que cerrar absolutamente la hostelería (vuelven a guardar sillas y mesas de terrazas), tiendas no esenciales, gimnasios, museos y mercados y ferias no alimentarios.
Para esos cuatro concejos además vuelve la prohibición de circular fuera del municipio sin causa justificada.
Otra serie de municipios, entre los que está el también limítrofe con Extremadura Barrancos, avanzan, pero se sitúan en el nivel de alerta y vigilancia especial.
Incidencia al alza, vacunas
Aunque con una incidencia vírica de de 72,4 puntos, la tercera parte que España, la cifra está subiendo ligeramente y los expertos han avisado que si no se corrige en dos semanas Portugal podría llegar a 120, que se han puesto como barrera máxima deseable.
Antonio Costa y en la víspera el presidente de la República, Marcelo Rebelo, han pedido a los portugueses seguir en el esfuerzo que permita continuar con fases de alivio, que están marcadas cada 15 días, y que los ciudadanos “conquistaron con un confinamiento muy duro”, valora el primero de ellos.
Para finales de mayo, principios de junio, Portugal quiere tener vacunada a toda su población mayor de 60 años.