Una, Guadiana y Libre

Chema Álvarez

Entre las diversas formas de escurrir el bulto ante una obligación legal, tal y como es la de cumplir con la Ley 52/2007 de 26 de diciembre o Ley de la Memoria Histórica, destaca la del Ayuntamiento de Guadiana (provincia de Badajoz), que arremete en un libelo institucional –membretado por el mismo consistorio- contra un ciclo de conferencias organizado por la ARMHEX (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura), contra el organismo que lo subvenciona (la Diputación de Badajoz) y contra algunas de las ponentes que acuden al mismo (Mirta Núñez, historiadora).

La saña vertida en dicho libelo se desprende de la convicción por parte de quienes gobiernan este Ayuntamiento de la existencia de una conspiración –seguro que judeomasónica- orquestada por el presidente de la Diputación pacense para eliminar las ayudas a un pueblo  que lleva como apellido el luctuoso título de un criminal tanto de la guerra como de la paz victoriosa.

Sin reparo alguno se emplea el papel oficial y timbrado del mismo Ayuntamiento para emitir una nota de prensa donde se vierten mentiras y cometen interesados errores de bulto, propios del entorno ideológico y seudointelectual de la conocida como caverna mediática.

En un triste ejercicio ya vivido en los episodios de represión fascista de nuestra historia, se atribuye a la hija la condición política del padre y, así, se repudia –por roja- mediante tal escrito oficial la participación de Mirta Núñez en los foros de la memoria por su supuesta condición de “hijastra de mismísimo Fidel Castro”, algo que es completamente falso (y lo saben), dado que quien es profesora titular del Departamento de Historia de la Universidad Complutense de Madrid es hija de un matrimonio posterior de la primera esposa de Fidel Castro, casada con un significado anticastrista.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Guadiana utiliza papel oficial y cuelga en su web institucional un panfleto con fines propagandistas de partido, lo cual dice mucho del concepto que se tiene de los recursos públicos y para qué están o se pueden usar. Como se ha apuntado desde diversos foros, esta manera de proceder responde más a una campaña de difamación contra la historiadora Mirta Núñez y todo lo que huela a Memoria Histórica, propia de una derecha trasnochada, heredera ideológica del franquismo, que a un ejercicio democrático de respeto por las leyes constitucionales y por el derecho a la libertad de expresión, algo que, a la vista está, al Ayuntamiento de Guadiana no le gusta.

Sólo le falta hacer uso de su posición de privilegio como equipo de gobierno consistorial y cambiar el “Plus Ultra” del escudo del pueblo por el “Una, Grande y Libre” de otros tiempos. Todo se andará.