Un homenaje para 'descansar' donde quieren sus familias y no donde los arrojaron sus verdugos

La localidad cacereña de Valencia de Alcántara acoge este sábado y domingo un acto muy especial: el enterramiento (reinhumación) de los restos de los 49 cuerpos de hombres represaliados por el franquismo que en 2018 se hallaron en la fosa de la mina Terría, ubicada en la finca Cuadrillas de Arriba.

El homenaje está organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMHEX) y cuenta con el apoyo de la Diputación de Cáceres, la Universidad (UEx) y el Ayuntamiento.“Es una recompensa a la constancia de las familias de las víctimas de la represión en la comarca, a instancia de las cuales nuestra asociación venía desde hace unos casi 20 años reclamando la exhumación de la citada fosa”, explica José Manuel Corbacho, presidente de ARMHEX.

Y es que los intentos por localizar y exhumar estos restos se encontraron de frente con los propietarios de la finca, que en 2011 negaron el acceso a los técnicos, lo que conllevó la pérdida de una subvención al amparo de la Ley de Memoria Histórica de José Luis Rodríguez Zapatero. Los familiares tuvieron que esperar hasta 2017, cuando un acuerdo entre las instituciones que participarán en el acto de este fin de semana propició un cambio de opinión en los dueños del terreno y pudieron comenzar los trabajos.

A pesar de los testimonios que ARMHEX había recabado, la recuperación de los restos supuso una sorpresa: se esperaba que en la mina estuvieran los cuerpos de 23 personas, pero fueron 49 víctimas, según los estudios realizados, las que tras su asesinato fueron arrojadas a la fosa de esta mina de wolframio, que los golpistas utilizaron a partir de finales de agosto de 1936 para ocultar sus crímenes. Entre los represaliados se encuentra “muy probablemente” los restos de Amado Viera Amores, alcalde republicano de Valencia de Alcántara, asesinado el 25 de septiembre de 1936 junto con otros miembros de la corporación municipal y otras decenas de otras localidades como Cedillo, Membrío, Salorino...

Según la asociación, hay al menos restos de 12 víctimas de las que no consta nombres ni han sido reclamados por familiares. “Las causas pueden ser muchas: que ya no tiene familia, que emigraron o que simplemente no tienen constancia de qué pudo pasar”, indica Corbacho.

Pero este no es el caso de Conchita Viera, la hija del alcalde, que ha recorrido un largo y tortuoso camino, como el de los otros familiares. El colectivo, que ha cumplido ya 20 años, insiste en que “a pesar de las numerosísimas trabas y dificultades, las familias nunca han desistido y por eso la asociación ha trabajado durante todos estos años para honrar a quienes fueron represaliados hasta la muerte por defender sus convicciones e ideales”.

Las víctimas de este homenaje reposaron juntas durante 82 años, en la oscuridad de una mina a varios kilómetros de Valencia de Alcántara, y ahora los 49 hombres asesinados por los golpistas volverán a 'descansar' juntos. Sus familiares han decidido que todos los restos se depositen en un mausoleo en el cementerio municipal. Ya no será el lugar que eligieron sus verdugos, será el lugar que han escogido sus seres queridos.

El homenaje comenzará el sábado a las 20.30 horas con un acto público en la plaza de la Constitución de Valencia de Alcántara y el domingo a las 10 horas partirá el cortejo desde esa misma plaza hasta el cementerio donde se reinhumarán los restos. El objetivo de este acto es sencillo: recordar a los represaliados, olvidados durante tanto tiempo. ¿Es un final? “Todo lo contrario, quisiéramos que la memoria de todos a quienes vamos a rendir homenaje esté siempre viva en su pueblo y sea honrada cuantas veces sea necesario”.