Se trata de una caravana, que organiza un hotel de Mérida, y que promete a los primeros 55 solteros la compañía de una mujer. La caravana ha recibido críticas desde todos los ámbitos, desde los partidos hasta la asociaciones, aunque el evento sigue adelante y viento en popa, según ha confirmado de manera reiterada el responsable del hotel.
Frente a un evento que consideran machista, más de 10.000 personas han firmado en contra de su celebración en el portal ‘Change.org’, al entender que se utiliza a las mujeres como objeto de reclamo. La mujer como moneda de cambio, asociando su imagen a un comportamiento estereotipado que vulnera los derechos y libertades, según explican en la recogida de firmas.
El Gobierno de Monago, a través del Instituto de la Mujer, mostró su malestar por la caravana, argumentando que este evento ejerce un uso “denigratorio” hacia ellas, y haciendo hincapié en la necesidad de trabajar en materia educativa.
Una respuesta que en absoluto convence a muchos colectivos. La Asociación Malvaluna advierte que la función del PP, que gobierna en Extremadura, no es lanzar un mensaje de buenas intenciones, sino poner freno a un evento que vulnera los derechos del 51 por ciento de la población de esta región.
A su juicio, su obligación es dar traslado de la presencia de una publicidad “sexista” al Observatorio de la Mujer. Y por supuesto, abordarlo desde el punto de vista legal, en los tribunales, en atención a la propia Ley de Igualdad regional.
Tampoco convence la respuesta de Monago al PSOE, que lamenta la “dejación de funciones” de la Junta en este caso, y en otros relacionados con la igualdad de género.
La portavoz, Isabel Gil Rosiña, pone de manifiesto que el PP trata al Instituto de la Mujer como un departamento “residual”. Recuerda también que Monago, estando en la oposición, votó en contra de la Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres y contra la Violencia de Género en Extremadura, de marzo de 2011, que salió adelante solo con los votos de los socialistas.
En el mismo sentido se ha pronunciado también la Secretaría de Mujer del Partido Comunista de Extremadura, que ha pedido al PP que recapacite y tome medidas legales contra un evento “ofensivo y un retroceso en la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres”. En caso de que el evento siga adelante, anuncia una campaña de boicot.