El Instituto de la Mujer de Extremadura ha solicitado a los 20 Puntos de Atención Psicológica a las víctimas de violencia machista que hay en la región que le trasladen sus demandas para establecer un diagnóstico real de su situación -que se espera finalizar en diciembre- y reforzar aquellos lugares que lo precisen.
En el estudio de esta red de puntos, que hasta principios de septiembre ha contabilizado 1.377 mujeres atendidas, se analizará la capacidad de trabajo de acuerdo a variables como las horas de atención, el número de usuarias y recursos disponibles de la administración u otras entidades que complementen la asistencia.
Así lo ha manifestado la directora general del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX), Beatriz Muñoz, en respuesta a una pregunta de la diputada de Ciudadanos Marta Pérez Guillén en la Comisión de Igualdad de la Asamblea, informa la Agencia Efe.
La parlamentaria de la formación naranja ha trasladado las quejas de algunos municipios de ambas provincias por ‘la apenas inexistente’ actividad de la red de puntos, “sujeta a horas y días concretos, lo que hace que no esté resultando del todo efectivo”.
También ha subrayado la falta de datos y estadísticas reales sobre casos de violencia de género en las zonas rurales, una reflexión que ha compartido la directora general del IMEX, Beatriz Muñoz, pues la mayoría de las estadísticas se basan en casos que están judicializados y la del medio rural es una realidad más “invisibilizada”.
Profesionales solventes
Tras señalar que nunca serán suficientes los recursos que se puedan implementar para combatir esta lacra, Muñoz ha indicado que además del refuerzo de los Puntos de Atención Psicológica, habrá un equipo solvente encargado de coordinar a éstos y a las Oficinas de Igualdad, lo que permitirá una mejora de la asistencia a las víctimas y una gestión “más óptima” de los recursos de la administración.
Igualmente colaboran con la red una serie de agentes y entidades que atienden a las víctimas desde una perspectiva psicosocial y a los que se presta apoyo a través de subvenciones y ayudas.
El proyecto “Pilar”, implantado desde 2006, prevé también la atención psicológica “de manera urgente a cualquier víctima y en cualquier lugar”, gracias a un acuerdo con el Colegio de Psicólogos, en lo que viene a ser “una especie de 112”. Algunas mujeres reciben apoyo a través de ayudas que permiten el acceso a otros recursos encaminados a su recuperación psicosocial.
Los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma reflejan 500.000 euros en concepto de ayudas a víctimas de la violencia machista, que se ven completados con otros 500.000 provenientes de fondos transferidos con cargo al Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Violencia machista y adolescencia
La diputada de Cs ha preguntado también a la directora general del IMEX por los datos que maneja la Junta sobre violencia machista en adolescentes, una cuestión que genera inquietud social pues, según Muñoz, “persiste la tendencia al aumento de delitos sexuales y de violencia de género entre adolescentes”.
Según datos de la Fiscalía correspondientes a 2018 y publicados este año, en la provincia de Cáceres había “seis menores con condena en el ámbito de la violencia de género” y “tres” en la de Badajoz.
Unas estadísticas que nuevamente resultan, a su juicio, insuficientes para determinar el calado de esta problemática y que “no reflejan la realidad de la violencia entre adolescentes”, donde el principal escollo es la “visibilización”.
Ha explicado que las víctimas suelen confesar las situaciones de abuso a sus amigos íntimos, por delante del personal del centro educativo y sus familias, y que “se ha demostrado que la intervención en grupos de iguales es lo que más contribuye a la prevención”.
Aunque el sistema educativo cumple un papel muy importante, ha defendido que afrontar este problema requiere de una respuesta y un enfoque “integral y comunitario” de todos los agentes socializadores.
Desde la Junta se han puesto en marcha “interesantes experiencias” en materia de educación sexual en varios centros educativos dirigidas a las familias, para que puedan “hablar de sexualidad con sus hijos y que éstos tengan la confianza de contarles lo que callan”.
Formaciones en esta materia en distintos Centros de Profesores y Recursos (CPR) dirigidas a docentes de Primaria y Secundaria, y equipos psicopedagógicos, es otra de las medidas llevadas a cabo.