Uno de los hombres investigados en el caso de las personas detenidas dentro la presunta colaboración de diversos policías antidroga de Mérida con narcotraficantes, ha pedido al Juzgado de Instrucción número 4 de esa ciudad la nulidad de su causa, al entender que fue inducido al delito del que se le acusa de recepción y transporte de droga.
El abogado del investigado (M.G.B.), Fernando Cumbres, ha explicado a la agencia Efe que también ha alegado falsedad en el atestado policial de su detención, así como dejación en el deber de perseguir el delito, pues según él no se habría perseguido a quien vendía la droga.
De una de las conversaciones investigadas por la Unidad de Asuntos Internos dentro de la causa, se cree que uno de los agentes investigados contactó el 18 de diciembre de 2020 con un conocido narcotraficante de Almendralejo para coordinar días después una entrega de hachís en Badajoz, entrega a la que acudieron un hombre y su amigo (M.G.B.), sin conocer éste a qué iba.
M.G.B. fue detenido posteriormente por presuntos agentes implicados, los cuales sin embargo “esperaban” a su amigo, que se había marchado con otro coche.
El letrado ha dicho que la jurisprudencia expresa claramente que a un acusado se le induce a un delito cuando una persona -en este caso un policía o un tercero- le incita a la comisión de un delito que no tenía previamente pensado llevar a cabo, lo que acontece tanto con M.G.B. como con su amigo.
A este respecto, las conclusiones de la propia Unidad de Asuntos Internos “así también lo dicen”, en “un claro ejemplo de manual de inducción al delito” que debe provocar la nulidad de la causa de este implicado, o bien que se le considere inocente en el caso de que finalmente sea juzgado, ha señalado su abogado.
Las penas actuales que se solicitan para M.G.B. podrían acarrear entre cuatro años y cuatro años y seis meses de prisión.
A su vez también se alega falsedad en el atestado policial, pues “no se le vio cargando la droga” tal y como se expresa, y en el atestado se incluye además a otras dos personas relacionadas con una plantación de hachís que “nada tenían que ver con este caso”.
Además ha considerado también que se produce “dejación del deber de perseguir delito”, al permitirse que el vendedor de la droga “se fuese tan tranquilo a su casa sin investigarle”.