El Museo Histórico de la Ciudad de Llerena acaba de abrir una exposición sobre la figura de José de Hermosilla y Sandoval, arquitecto e ingeniero militar nacido en 1715 en la capital de la Campiña y fallecido en Madrid en 1776. La muestra sirve de conmemoración al cumplirse el 12 de mayo los 300 años del nacimiento del personaje, llerenense ilustre y significativo del siglo XVIII, considerado uno de los ingenieros y arquitectos españoles más importantes de su tiempo.
Por este motivo y para celebrar, estudiar y difundir su personalidad y obra, el pleno de la Corporación Municipal llenerense acordó declarar 2015 el año de José de Hermosilla y Sandoval con la colaboración de la Diputación Provincial.
El alcalde Valentín Cortés señaló en el acto inaugural que las Jornadas de Historia de Llerena de este año, programadas para el mes de octubre, se dedicarán Hermosilla y Sandoval e indicó
que la muestra que se expone en Llerena va a ser itinerante para llegar a diferentes localidades de la provincia.
Biografía de un arquitecto y militar
José de Hermosilla y Sandoval, arquitecto y militar, nació en Llerena en 1715 y murió en Madrid en 1776 a los 61 años de edad. Fue uno de los arquitectos españoles más importantes del siglo XVIII, junto a Francisco Sabatini, Juan de Villanueva y Ventura Rodríguez. Fue un arquitecto de formación neoclásica e historicista. Por iniciativa de sus padres comenzó la carrera eclesiástica en Sevilla y al quedar huérfano de ambos la abandonó para centrarse en los estudios de ciencias y matemáticas. Poco tiempo después ingresó en el Real Cuerpo de Ingenieros Militares y posteriormente como delineante en las obras del Palacio Real de Madrid que dirigía el arquitecto Sachetti. En 1747 se le concedió una estancia de estudios en Roma en calidad de pensionado de la Junta Preparatoria tras sustituir a Diego de Villanueva, que renunció a la beca por motivos familiares, convirtiéndose Hermosilla en el primer arquitecto español que recibió este premio. En 1765, hizo un viaje por encargo de la Academia por Andalucía para estudiar las antigüedades árabes de Córdoba y Granada. Al finalizar la beca se quedó en Roma cuatro años trabajando primero con el arquitecto papal Ferdinando Fuga.
A su regreso a España ingresó en el servicio al rey como ingeniero militar con el grado de capitán. Sirvió en la campaña de Portugal en 1761 y, una vez concluida, se quedó en la ribera de Coa a formar el plan de los términos y frontera de Castilla en aquel reino. También le asignaron la misión de levantar los planos de la Alhambra, el palacio de Carlos V de Granada y la mezquita de Córdoba.
Por encargo del rey Fernando VI proyectó en Madrid un nuevo Hospital General en la calle de Santa Isabel (edificio que actualmente ocupa el Museo Reina Sofía), que se inició en 1750 y siguió la dirección de obras hasta 1768. Quizás el edificio más significativo de cuantos se deben a este arquitecto sea el Colegio de Anaya de Salamanca, concebido como un monumental palacio precedido por un muy clasicista pórtico de columnas. Se trata de uno de los edificios clave del Neoclasicismo español. En 1750 escribió un tratado de Architectura Civil, dividido en tres partes Este libro sirvió como libro de texto para la Academia de San Fernando durante muchos años. Se dedicó también al dibujo de monumentos clásicos y dejó escrito un Tratado de geometría.
En 1751 fue nombrado teniente-director de Arquitectura de la recién fundada Academia de San Fernando en Madrid, colocada bajo la protección del monarca e inspirada en la Academia di San Luca en Roma que en ese momento era la sede de la educación artística en Europa. Durante su mandato levantó los planos de El Escorial, que gustaron tanto al Rey que los enmarcó y colocó en su cuarto del palacio de Aranjuez. En Madrid existe una calle con su nombre.