El perfil tipo de un clásico hogar extremeño de nuestros días corresponde a una vivienda ocupada por dos personas, cuyos ingresos en común apenas llegan a los mil euros al mes. Son cifras oficiales del Gobierno de Extremadura, en concreto del Instituto de Estadística y reflejan mejor que cualquier discurso la delicada situación por la que atraviesa la mayor parte de la población extremeña.
Estos datos corresponden al estudio sobre el gasto en los hogares extremeños realizado por el Instituto de Estadística de Extremadura correspondiente al año 2013.
Los datos que acaban de ser hechos públicos suponen un tremendo mazazo ante cualquier discurso triunfalista o mensajes edulcorados sobre el final de la crisis. En ese trabajo realizado por técnicos del Gobierno extremeño aparece otro aún más preocupante. El 45% de los hogares extremeños no tiene ningún miembro ocupado.
El organismo público ha cruzado esos datos con otros similares referentes al resto del país para obtener una fotografía de los hogares extremeños con respecto a la media nacional. La imagen que devuelve esa comparativa deja poco margen para la complacencia. En el resto del país, las cifras tampoco son para tirar cohetes; la degradación causada por más de cinco años de brutal crisis económica son evidentes al igual que es muy visible que la crisis se está cebando con los que son económicamente más débiles y con los más jóvenes.
Mayores y mujeres mantienen la casa
En una situación tan crítica se están rompiendo muchos estereotipos sobre los roles tradicionales en el hogar. Así, este informe indica que casi en un tercio de las familias (un 28,7%) el soporte económico recae en una mujer.
El otro factor de sostenibilidad de familias enteras extremeñas son las pensiones de los jubilados. Un tercio de de los hogares (el 31,9%) se mantiene con los ingresos de personas mayores de 65 años.
Poca fruta
En ese estudio sobre el gasto en los hogares, se analiza también el consumo de las familias. En ese aspecto no deja de resultar llamativo que en una región con una incidencia tradicionalmente potente del, sector agrario, con una producción de frutas y verduras que se sitúa casi a la cabeza nacional, el consumo de frutas y verduras baje con respecto al nacional en cantidades llamativas (hasta 6 kilos menos de frutas por habitante/ año y casi 10 kilos menos de verduras y hortalizas).
En concreto, cada extremeño consumió el año pasado 7,6 kilos más de pan que la media, 2,4 kilos más de embutidos, 20 litros más de leche y 5,9 litros más de cerveza. En cambio, el consumo de carne fue 5,8 kilos inferior a la media, 2,4 kilos menos en el caso del pescado, 6 kilos menos de fruta y 9,9 kilos por debajo en verduras y hortalizas.
En conjunto, el gasto medio por persona en Extremadura se situó el año pasado en 8.900 euros, un 16% por debajo de la media nacional. Tras Canarias, es la segunda comunidad con menor gasto por persona.