Dos manifestaciones confluyen en Mérida a favor y en contra de la caza en la región

Dos manifestaciones en torno a la caza, aunque de signo opuesto, coinciden este domingo en Mérida.

Por un lado está la manifestación convocada por el sector cinegético extremeño en defensa de la caza y contra la “escalada de insultos y amenazas” que según dicen reciben por parte del colectivo animalista. A esta convocatoria se suma una contraprotesta desde el mundo animalista en defensa de la vida y por el fomento del deporte sin muerte y sin violencia animal.

A la manifestación pro-caza, convocada al mediodía, a las doce, en la Plaza de España de la capital extremeña por la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), se suma una quincena de entidades en un acto previsto en la Plaza de España bajo el lema 'La caza, nuestra forma de vida'. Esperan que sea una convocatoria multitudinaria, que contará según transmiten con el respaldo de PSOE, PP y C’s. Llaman a sumarse a los más de 86.000 cazadores y familias extremeñas y prevén una “muy alta participación”.

La federación defiende la caza como una actividad 'legítima y fundamental' para el campo y las zonas rurales extremeñas, que favorece la conservación y genera riqueza (más de 90.000 jornales al año y 1.500 puestos fijos en la comunidad autónoma).

En respuesta a esta convocatoria tres protectoras de animales suman fuerzas en una jornada festiva en el Parque de las VII Sillas desde las diez de la mañana y durará todo el día. Quieren lanzar un mensaje en positivo: “Poner en evidencia desde el respeto que no entendemos un deporte en el que se mata un animal, o el disfrute por dar muerte a un ser vivo”, señala Alessandra Ricetti, presidenta de la Asociación Salvemos Animales de Mérida.

Bajo el título de 'Primera Jornada de la Alegría' también convocan el acto el Batallón Perruno Mérida y Plataforma de Defensa Animal Extremeña. Invitan a toda la ciudadanía a sumarse a la agenda actividades y ponen de manifiesto que es la primera vez que el sector de la caza se concentra, y ocurre a su juicio porque algo está cambiando en la sociedad.

“Es la primera vez que los cazadores sienten la necesidad de manifestarse, y ocurre porque saben que es una actividad en declive. Porque saben que la sociedad cada vez está más concienciada con el amor y el respeto al mundo animal”.

Entre las actividades, destaca un taller de caza fotográfica, donde se ponen trampas a animales para captar imágenes y donde lo único que se dispara es el flash. Se suman talleres y lecturas, cuentacuentos, gymkana y mesas informativas, junto con diferentes bailes de zumba o flamenco.

Protesta de los cazadores

Cuenta con el respaldo de las entidades que apoyan este acto se encuentran la Mesa Extremeña de la Caza, las entidades juveniles Jocaex y Juvenex, Aprocex, Aproca, las federaciones autonómicas de Recovas y de Galgos, Arrecal, la Federación Extremeña de Pesca, Aturex, la Plataforma en Defensa de la Pesca, Asaja Cáceres, Apag Extremadura Asaja, UPA-UCE o Cetex.

El presidente de la Federación Extremeña de Caza (Fedexcaza), José María Gallardo, defiende que los cazadores son personas “normales y corrientes” que conforman un colectivo “muy importante y unido”. De modo que exigen respeto y dignidad para su sector.

Apunta a una comunicación “sesgada y sin contrastar” desde las voces contrarias, que a su juicio “exigen prohibiciones y promueven el odio y la polarización de la sociedad”. Según dice los cazadores solo piden respeto. A las administraciones públicas se les pide a su vez “más cercanía” y que sean “más sensibles” con los problemas, demandas y necesidades del sector cinegético, y en este sentido se ha recordado que “la caza también vota”.

“Contra los mensajes equívocos”

En contra de estos argumentos, los animalistas subrayan que el debate y la polémica frente a las actividades que dan muerte a los animales por puro placer está cada vez más presente más presente y rechazan los mensajes ‘equívocos’ que lanzan sus defensores.

Desmienten uno de los argumentos más repetido, que se refiere a la necesidad de controlar ciertas especies cinegéticas a través del descarte de ejemplares, algo que por ejemplo se hace en el caso del Parque Nacional de Monfragüe.

“Recordemos que la madre naturaleza tiene su propio equilibrio, y estos desajustes son efecto directo de la mano del ser humano, lo que nos tendría que hacer reflexionar a todos como especie. No estamos solos en este planeta y no somos el centro del universo”.