A 39 días de las elecciones autonómicas y municipales, el Gobierno regional va a convocar la subvención de 300 euros anuales vitalicios (25 euros al mes) para las mujeres mayores de 75 años. No se ha aprobado en el Consejo de Gobierno de este martes, será en el próximo, pero la consejera de Mujer y Empleo, María Ángeles Muñoz, ha dado una rueda de prensa para anunciarlo.
Fue interpelada por un periodista precisamente por esta proximidad entre la llegada del dinero, y las elecciones, dado que la medida se anunció hace bastante, el 7 de septiembre del año pasado por el presidente Monago en su discurso del Día de Extremadura.
Un posible electoralismo que ella ha negado. Dar este dinero obliga a procedimientos administrativos muy “rigurosos y complejos”, la Junta “hemos querido sacar una buena reglamentación y a eso responde el retraso”.
Las mujeres nacidas antes de 1941, que ya superan o están próximas a cumplir los 75 años de edad, pueden ir ya preparando la documentación necesaria para pedir a la Junta de Extremadura la nueva ayuda, ya que la convocatoria se publicará la semana que viene, el jueves 23 como muy tarde según la consejera.
El plazo de presentación de solicitudes será un mes, y la consejera Muñoz anuncia el procedimiento como rápido, ágil y sencillo, ya que solo serían cinco los documentos a presentar: fotocopia del dni, certificado de empadronamiento en cualquier municipio extremeño, certificado de la Agencia Tributaria sobre el nivel de rentas, alta a terceros (que se es titular de una cuenta bancaria), y documento que demuestre que el banco en cuestión ha firmado el convenio colaboración con el Instituto de la Mujer de Extremadura para esta subvención.
Los requisitos son haber nacido en 1940 o antes; estar empadronada y residir legalmente en Extremadura, y no superar en 2013 los 10.000 euros de renta en caso de declaración de IRPF individual, o 13.000 si es conjunta.
El Gobex calcula que hay 35.000 beneficiarias potenciales, que seguirán cobrando la ayuda hasta que fallezcan; para este primer año hay un presupuesto de 10,5 millones de euros.
La medida se como un acto “de justicia” para con unas mujeres que vivieron una época muy difícil, la posguerra, en la que tuvieron que entregarse a la familia, no pudieron cotizar y generar pensión, y vieron su libertad muy limitada por la restricción jurídica a la mujer de aquellos años.