Unas cincuenta personas según el Ayuntamiento se han manifestado a primera hora de este martes en la plaza de Mengabril, en reclamación de una justicia rápida por el caso del menor rumano de 13 años sobre el que presuntamente cometió abusos el párroco de la localidad, que ha sido imputado por el Juzgado de Don Benito, y al que se le ha impuesto una orden de alejamiento del niño.
Luego el Juzgado ha ampliado la orden de alejamiento a varios menores más.
La concentración estaba presidida por el alcalde, Lorenzo Garrido, que ha explicado que el pueblo está muy alterado por los hechos, y el vecindario en general no se explica que el sacerdote esté en libertad; de hecho, después de la imputación y de haber declarado en el Juzgado, el cura José Donoso ha sido visto por algunas personas en la casa parroquial, que es donde se habrían cometido los presuntos abusos, y que está alejada del templo de Santa Margarita, el edificio religioso sede de la parroquia y que se encuentra a las afueras de este pequeño pueblo de 500 habitantes situado 5 kilómetros al oeste de Don Benito.
En la concentración, que se ha celebrado a las puertas del Ayuntamiento, han participado además de vecinos de Mengabril, 20 rumanos de pueblos vecinos que han acompañado a los padres del menor, que son los únicos que viven en la localidad con sus tres hijos.
Una de las consecuencias de estos hechos es que el párroco fue apartado de sus funciones religiosas por su superior, el obispo de Plasencia, y esto ha dejado al pueblo de Mengabril sin misas desde que se conoció el suceso a mediados de la semana pasada; no hubo por tanto oficios religiosos el fin de semana.
Por otro lado la página web de la parroquia, en cuyo organigrama figuraba la biografía del sacerdote imputado, de 67 años, de edad, así como su fotografía, ha sido cerrada.