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OPINIÓN | 'La penúltima baza', por Antón Losada

Tras nueve meses retenido, el imán de Badajoz logra salir de Gaza

Él mismo lo anunció este viernes en las redes sociales con una foto con su hija en brazos y una enorme sonrisa: “Hoy he podido cruzar con mi mujer y mi hija la frontera de Gaza con Egipto. Nos encontramos ahora en la ciudad egipcia Al Arish. Quiero agradecer a todos los que nos han apoyado y se interesaron por nosotros […] Dejo atrás cerca de dos millones de habitantes que sufren un duro bloqueo que afecta a todos los tejidos sociales”.

Tras nueve meses retenido, Adel Najjar, imán de la mezquita de Badajoz, portavoz de la Unión de Comunidades Islámicas de Extremadura y un vecino muy querido del barrio pacense del Gurugu ha logrado poner rumbo a casa.

Najjar viajó en agosto a su tierra de origen para visitar a su madre de 84 años, a la que hacía cinco que no veía. Tenía previsto quedarse dos meses y volver a Badajoz, pero la frontera se cerró a cal y canto.

Desde España se intentó interceder para que su salida fuera posible tanto desde el ámbito local, como regional y nacional. De hecho, el Ministerio de Exteriores contactó con el presidente de la Comisión Islámica de España para pedir su documentación y tratar de acelerar su vuelta.

Pero todos los intentos parecían en vano. Aseguraba Najjar a eldiario.es hace pocos meses que estaba desesperado: “Lo peor es no saber cuándo voy a salir”, se lamentaba.

Ese día ha llegado y en breve el imán de Badajoz regresará al Gurugú, donde su mezquita es un centro social más del barrio y donde los vecinos recibieron la noticia de su vuelta con inmensa alegría.

Atrás quedan largos días en los que este palestino con pasaporte español ha vivido cortes de luz diarios de ocho horas, ha visto cómo miles de familias que perdieron el hogar durante los bombardeos de 2014 -la última guerra que sufrió Gaza- no pueden volver a levantar sus casas por el control sobre el material de construcción y porque el precio del cemento es muy elevado (mucho más caro que en España); y lo peor, ha estado cerca de dos ataques, uno de ellos con un menor entre las víctimas mortales.

Para Adel Najjar la pesadilla ya acabó. Aunque como él siempre ha resaltado, en la misma situación que él ha sufrido hay 20.000 personas. “Lo que sufrimos realmente es el bloqueo por parte de Israel. Quien nos corta la luz, el gas, quien nos ocupa, es Israel”, ha subrayado en varias ocasiones.