La localidad de Monesterio retomará el 15 de octubre las batidas de búsqueda de la vecina Manuela Chavero, desaparecida hace ya más de dos meses y medio. Una iniciativa en la que el alcalde, Antonio Garrote, tiene “esperanzas de éxito”.
Esta vecina de 42 años desapareció el 4 de julio, sin que haya ninguna noticia acerca de su paradero. Apunta el regidor que “sigue todo más o menos igual y sin novedades” a pesar de que prosiguen las investigaciones policiales, informa Efe.
Sin embargo Monesterio “no pierde la esperanza” y el Ayuntamiento y los vecinos están con la familia para apoyarla en lo que necesite, en concreto en cuestiones como la celebración de batidas por la zona para tratar de encontrarla. Aunque aún se desconoce exactamente la zona de trabajo, el 15 de octubre tendrá lugar una más en la que participarán vecinos y efectivos de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como la Guardia Civil.
Más de dos meses sin noticia de Manuela
Manuela, en trámites de separación y con dos hijos de 14 y 6 años que se encontraban y se encuentran con el padre en Las Pajanosas (Sevilla), estuvo con una amiga en la noche del 4 de julio, la última persona que la vio. La mujer regresó a su casa, en las afueras de Monesterio, y ahí se pierde su rastro.
Nada estaba forzado; sobre su cama estaban los pantalones que había llevado el día anterior; la luz del salón y de la cocina estaban encendidas, al igual que la televisión; y su cartera y su teléfono móvil estaban allí, con una última conexión a las 01:55 horas del ya 5 de julio.
El caso ha sido asumido por la Policía Judicial de Badajoz, después de haber estado en manos de la Guardia Civil de Zafra, cuyo Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 se hizo cargo de las diligencias previas y decretó el secreto de sumario.
Según explicó a principios de mes el cuñado de la desaparecida, José Moreno, y tal como sostiene desde el primer día la familia, en ningún momento Manuela se pudo marchar de forma voluntaria, algo que también ha descartado la Guardia Civil, por la forma en que se produjo la desaparición y por los lazos que la unían a sus hijos, que habitualmente residían con ella en Monesterio, aunque pasaban las vacaciones de verano con su padre.
De hecho los chicos -el mayor conoce la desaparición de su madre, pero la niña de seis años, no- estaban matriculados para el próximo curso en centros escolares de Monesterio, aunque probablemente de momento y si Manuela no apareciera, iniciarían las clases en la localidad donde reside el padre, explicó Moreno.
El cuñado de la desaparecida afirmó que alguna persona se pudo obsesionar con ella y la tiene retenida y que confiaba en que recapacite y la deje en libertad, o bien en que, aunque hayan pasado dos meses, aparezca alguien que pueda ofrecer un testimonio que conduzca a la Guardia Civil al lugar donde se encuentra.
Moreno recordó que en el teléfono móvil de Manoli tampoco se ha encontrado nada que pudiera estar relacionado con su desaparición y explicó que, por la ubicación de la propia casa, con conexiones directas a la N-630, a la EX-105 y la Autovía de la Plata, quien supuestamente se la llevó pudo abandonar la localidad casi sin ser visto.