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Un monolito corona la montaña de Cabeza la Vaca donde se estrellaron 6 soldados de la Legión Cóndor

EFE

La conmemoración este miércoles el 80 aniversario del bombardeo de Guernica por la Legión Cóndor trae a la memoria que Extremadura, aunque “olvidado y con musgo”, aún mantiene en su territorio su propio recuerdo a esta unidad de aviación del ejército nazi.

Se trata del monolito que se erigió en la Sierra de la Buitrera, cerca de Cabeza la Vaca (Badajoz), a los seis aviadores de la Legión Cóndor que murieron en el accidente del bombardero bimotor Heinkel-111 el 16 de abril de 1938 mientras participaban en la contienda civil española.

Los seis aviadores recibieron un homenaje el 2 de mayo de 1939 en la falda del monte donde se estrellaron, con un monolito, con dos placas, una de ellas ofrecida por la Legión Cóndor y con los nombres de los seis soldados, la otra dedicada por el municipio.

Así lo recuerda el historiador extremeño José María Lama, autor junto al también historiador Francisco Espinosa, del artículo “Nazis en Cabeza la Vaca”, que publicaron en 2002. En aquel artículo señalaban cómo “el olvido del franquismo no sólo tiene que ver con la represión de los vencidos, sino con el ocultamiento de hechos de su propio bando que al cabo del tiempo poco agradaban a los gerifaltes de la dictadura”.

Se refiere a la participación de las tropas alemanas de Hitler en apoyo “a la llamada causa nacional”, y al hecho de que la aviación alemana fue uno de los pilares en los que se apoyó el ejército de Franco para ganar la guerra. 

Chocaron contra una montaña

Relatan que el avión siniestrado y en el que viajaban los seis aviadores fallecidos formaban parte de un grupo de 38 que habían salido en la madrugada de ese día desde el aeródromo de Alfaro (La Rioja) y tenían previsto llegar a Granada.

Al atravesar las estribaciones de Sierra Morena por Cabeza la Vaca, las malas condiciones atmosféricas obligaron a los aviones a volar muy bajo y uno de ellos, chocó contra los más de mil metros de altura de la Buitrera.

José María Lama ha explicado que, según sus datos, este es el único vestigio que aún queda del paso de la Legión Cóndor por Extremadura. Ha señalado que es un hecho que muy pocos extremeños conocen y un monolito que muy pocos han podido ver, ya que se encuentra en un lugar bastante inaccesible de esta sierra situada al sur de la provincia de Badajoz, casi en el límite con Andalucía.

Según documentación gráfica de la época al acto asistieron entre otras autoridades militares el Jefe del Estado Mayor de la Legión Condor, Seidemann; el Jefe de la Segunda Región Militar, general Llanderas, y el gobernador militar de Badajoz, general de la Iglesia. También se dieron cita representantes del Ejército del Aire y de la Falange Española Tradicionalista y de la JONS.

Más vestigios 

Este monolito no ha sido durante muchos años el único recuerdo de la Legión Cóndor en Extremadura, ya que hasta 1990 hubo un rotulo dedicado a esta unidad en las instalaciones militares de la Base Aérea de Talavera la Real. El anuncio de su retirada coincidió con una pregunta del entonces diputado de Izquierda Unidad Antonio Romero, que consideraba que este rótulo constituía “una afrenta” y provocaba “a los sentimientos más nobles del ser humano”.

La iniciativa del diputado de Izquierda Unida fue presentada tras la celebración del Día de las Fuerzas Armadas en dichas instalaciones, a la que asistió el entonces Rey Juan Carlos, fecha en la que aún figuraba el rótulo dedicado a la Legión Cóndor.

José María Lama también recuerda que a esta presencia de la Legión Cóndor en territorio extremeño hay que sumar el cementerio alemán del Monasterio de Cuacos de Yuste, donde están las sepulturas de soldados alemanes caídos en territorio español durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial y un cementerio ítalo-alemán en Campillo de Llerena.