Las variantes de ómicron BA.4 y BA. 5 representan ya el 56 por ciento de las infecciones por coronavirus en Extremadura, según ha dicho este jueves el consejero de Sanidad, José María Vergeles, que aunque cree que no hay motivos para la preocupación, si hay que estar vigilante ante el ligero aumento de la incidencia acumulada.
A falta de conocer la actualización concreta de la situación epidemiológica, el consejero ha señalado, a preguntas de los medios en Cáceres, que la incidencia acumulada en mayores de 60 años sube en Extremadura hasta los alrededor de 700 casos a los 14 días, aunque no hay datos que indiquen que haya mayor gravedad de la enfermedad.
“Estaremos vigilantes ante cualquier situación que se pueda producir”, ha dicho Vergeles, para quien ante estas nueva variantes “la vacuna parece que se queda corta”, pues no neutraliza la infección, aunque evita el desarrollo de una enfermedad grave en caso de contagio.
Así, ha dicho que a pesar de que la BA.4 y la BA.5 se escapan a la prevención de la infección de mejor manera que otras variantes, tanto si se ha pasado el covid y generado defensas como si se está vacunado con la pauta completa, se “atisba” que las vacunas previenen de desarrollar una enfermedad grave, algo que “si fuera así” disiparía los motivos para preocuparse.
En este sentido, ha explicado que el Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles abordó el último estudio “muy preliminar” sobre las variantes mayoritarias en España y su gravedad que indica que son estas subvariantes de ómicron las que empiezan a prevalecer en los contagios.