Pusieron en marcha una campaña por Internet con la que poder hacer frente a los gastos de rodaje del capítulo piloto de la serie de ficción ‘Semillero’. Son jóvenes, con ganas de trabajar, hacer un proyecto diferente y contar en clave audiovisual la realidad de muchas personas que no cuentan con una oportunidad profesional.
Hacerlo sin el respaldo de una gran productora o el aval económico de un banco era una misión imposible, pero se lanzaron a la aventura de pedir ayuda a través de ‘crowdfunding’ de Goteo.org y lograron 4.400 euros con los que arrancar.
Es solo un ejemplo de ideas que han sido cofinanciadas en Extremadura gracias al ‘empujón’ que les ha dado el micromecenazgo de 'Goteo'. En Extremadura se han financiado a través de esta aplicación una quincena de proyectos, y un porcentaje elevado se han financiado exitosamente.
Cada persona hace su aportación, cada una hasta donde puede. Lo que se financian son proyectos alternativos, y a diferencia de otros casos de ‘crowdfunding’ aquí los beneficiarios tienen que revertir de nuevo en la sociedad. Es decir, aportar al entorno, según explica Anto Recio, que pertenece a esta plataforma.
Ellos lo denominan el ADN abierto. Se trata por ejemplo de un proyecto musical que se compromete a poner licencia libre para que otras personas lo disfruten; o un producto de tecnología móvil, a la que se instala un código abierto para que sirva de semilla a otros proyectos.
Más ejemplos
Uno de los ejemplos exitosos de Goteo.org es por ejemplo BBBFarming, que supone una plataforma virtual y de formación que conecta a agricultores ecológicos con gente de la ciudad. Se trata de un recurso libre al servicio de la agroecología, donde la sabiduría rural, el saber tradicional, se transmite a los urbanitas. Fomenta los circuitos cortos de consumo y mantiene en contacto a los productores con las personas que adquieren los productos de la huerta.
Un ambicioso proyecto que encontró sus primeras vías para funcionar gracias a este micro-mecenazgo, y que ha llegado a ampliarse con ‘Laneras’, la unión de ganaderos, artistas y profesionales. Desea devolver la lana a los hogares y que fomenta una ganadería respetuosa con el medio ambiente.
Gonzalo Palomo, uno de los impulsores de esta idea, explica que el proyecto tiene implícito una fuerte base social, que desea que las personas que han cofinanciado también sean partícipes. De hecho el proyecto de laneras ha sacado los ganchillos para hacer punto en las calles de varios pueblos Extremadura, mientras que BBBFarming ha realizado toda clase de encuentros, talleres y actividades formativas destinadas a toda la red que les presta apoyo.
Hay más ejemplos, como el de La Nave Nodriza, el único espacio de coworking en la Extremadura rural. Tras un año de andadura cuenta con artesanos de la cerámica, artistas de la pintura en textil, así como informáticos y arquitectos. Cuenta con un escritorio de profesionales, con talleres de artistas y artesanos, así como salas multiusos o una sala de efectos especiales. “Aunamos la filosofía de colaboración y sinergia propia del coworking con el arte, la innovación, el emprendimiento y la cultura, ofreciendo un espacio de creación multidisciplinar”, explican estos emprendedores.
La rehabilitación de una antigua fábrica cementera de Los Santos de Maimona a través de la autoconstrucción, es otra de las ideas que ha encontrado en el micromecenazgo un modo de cofinanciación. Su objetivo, recuperar el valor físico e histórico de unas instalaciones que en la actualidad están vacías tras años de abandono. Tras lograr una cesión de este espacio, quieren darle una segunda oportunidad con LaFábrika detodalavida.
Sus impulsores indican que se trata de un espacio para la gestión social del territorio, ocio y la cultura desde el ámbito rural. Estos días reúnen en la localidad a más de 30 colectivos dedicados a la construcción participativa del espacio urbano y alrededor de 200 personas vinculadas a diferentes prácticas colaborativas, venidas de toda la geografía española, América Latina y Europa. Lo hacen dentro del VIII Encuentro Internacional de la red Arquitecturas Colectivas bajo el eslogan #PorkInProgress.