Una de las fechas más señaladas en los pueblos extremeños es el 15 de agosto y, aunque muchas fiestas se han suspendido por la pandemia y los rebrotes, se prevé la movilidad de muchos ciudadanos este fin de semana.
Por eso, la Policía Nacional y la Guardia Civil intensificarán estos días la vigilancia y el control de las medidas sanitarias y de aquellas actividades que pudieran incumplir las órdenes dictadas por la Junta de Extremadura para evitar la propagación del virus.
Ante esta situación, y a instancias de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales, la Delegación del Gobierno en Extremadura ha establecido un dispositivo de especial intensidad para el control de aquellas actividades que incumplan la normativa y puedan contribuir a la expansión del coronavirus.
Tanto Guardia Civil como Policía Nacional han recibido instrucciones para establecer un dispositivo especial de vigilancia de todos aquellos locales, establecimientos públicos y espectáculos o similares, botellones y fiestas en los que se pudieran incumplir las limitaciones de aforo, el mantenimiento de las distancias de seguridad y el uso de la mascarilla.
Sus agentes emitirán las correspondientes propuestas de sanción en todos aquellos casos en los que se incumpla la normativa y tramitarán los correspondientes boletines de denuncia a la autoridad sanitaria, quien podrá sancionar con hasta 600.000 euros los incumplimientos más graves.