Es el mayor alijo de droga en la historia de Extremadura y una de las operaciones más importantes de las que se han desarrollado este año en España. La Policía Nacional ha llevado a cabo una operación en Mérida, a la que han denominado 'Gratus', en la que han logrado intervenir 250 kilos de cocaína de gran pureza y ha detenido a tres personas que formaban parte de una red dedicada a la introducción de esta droga en nuestro país por vía marítima procedente de Sudamérica. También se han intervenido 50.000 euros en efectivo y dos vehículos, uno de ellos con un habitáculo oculto destinado al transporte.
Debido a la entidad de la operación, este jueves han dado una rueda de prensa conjunta el jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, el comisario Antonio Jesús Martínez Duarte, el comisario de Mérida, Aurelio Fernández Sánchez, y la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, para informar de todos los detalles.
La investigación comenzó el pasado mes de septiembre cuando, gracias a la cooperación con las autoridades colombianas, se tuvo conocimiento de la existencia de una organización criminal asentada en España que estaría preparando la llegada de un importante cargamento de cocaína. Tras varias gestiones se pudo detectar la llegada del estupefaciente por vía marítima, presuntamente desde Portugal, para posteriormente ser introducido por la organización española desde aquel país hasta la próxima ciudad de Mérida.
Los agentes constataron que los investigados trasladaban la cocaína hasta una nave ubicada en Mérida, lugar elegido por su proximidad con la frontera portuguesa y por la existencia de importantes nudos de comunicación por vía terrestre para su posterior distribución.
Según la Policía,las pesquisas demostraron las ramificaciones, tanto nacionales como internacionales, de la organización y su extrema movilidad por el territorio nacional que abarcaba Mérida y alrededores, la Comunidad Valenciana así como la provincia de Málaga, lugar donde tenían asentada su residencia los miembros de la organización.
A nivel internacional se comprobó que parte de la ilícita mercancía estaría destinada a terceros países europeos como pudiera ser Francia, dado que uno de los imputados, sobre el que en la actualidad pesa una Orden de detención en vigor, posee nacionalidad francesa y se encuentra fugado en ese país.
Tras las oportunas gestiones, los agentes establecieron un control permanente sobre la nave ubicada en Mérida y pusieron en marcha el correspondiente dispositivo al detectar que varios miembros de la organización receptora de la droga procedían a la carga de la misma en varios vehículos.