Proyecto Mosaico: un cortafuegos natural contra los grandes incendios de Gata-Hurdes

Una de las estampas más recordadas del incendio que asoló Portugal en junio fue una pequeña parcela en La Quinta da Fonte que sobrevivió a las llamas. Permanecía verde, mientras todo a su alrededor había sido pasto de las llamas.

La parcela se convirtió en una pequeña isla que sobrevivió al fuego gracias a una gestión adecuada del territorio. Frente a los monocultivos de pino y eucalipto, acogía una variedad de cultivos y vegetación donde el castaño y otras especies autóctonas conformaron un cortafuegos natural.

La filosofía del proyecto Mosaico parte del mismo principio: el fomento de una gestión heterogénea, de diferentes cultivos y vegetación. A lo que se une un uso correcto del territorio con de cortafuegos naturales gracias a las actividades ganaderas y agrícolas, que además generan riqueza en el territorio.

Cortafuegos naturales

Mosaico es un proyecto de la Junta, en colaboración con la Universidad de Extremadura, que nace en respuesta al incendio que asoló la Sierra de Gata en 2015. Su objetivo es limitar al máximo la proliferación de grandes fuegos en las comarcas del norte de Cáceres. Para ello se involucra a los propios lugareños, que son quienes desarrollan sus proyectos.

Donde no hay alimento para el fuego, las llamas no pasan. Y el proyecto Mosaico introduce el aprovechamiento del pastoreo, junto al uso ganadero y agrícola, explica Fernando Pulido, profesor universitario y responsable del proyecto Mosaico. Son actividades que han formado parte del territorio de manera tradicional, y que sin embargo se han ido abandonando a medida que ha los pueblos se fueron vaciando.

Participación ciudadana

Es una iniciativa de participación ciudadana: de abajo arriba. Es la propia gente del mundo rural la que decide qué proyectos ponen en marcha. En este proceso los técnicos y expertos de Mosaico les acompañan.

Hasta el momento se han acogido un centenar de iniciativas en 24 municipios diferentes. A los proyectos que llegan se ofrece asesoramiento técnico, acompañamiento en la solicitud de ayudas, así como respaldo técnico para lograr la viabilidad.

Contra el abandono del campo

Desde el punto de vista oficial, Mosaico cosiste en un convenio entre la Junta y la Universidad de Extremadura de dos años de duración, que pretende sentar las bases de una estrategia a largo plazo.

Supone una apuesta por recuperar los espacios abandonados y reducir la vegetación con actividades que favorecen la vida en el mundo rural. El objetivo es que tenga continuidad y crear estructura y el tejido necesario para que pervivan en el tiempo.

Las iniciativas se pueden clasificar en cuatro categorías diferentes, la primera de ellas cultivos agrícolas, que permiten reducir el combustible. Hasta ahora los proyectos que han llegado han optado por plantar cultivos de aromáticas, frutales o forraje para el ganado.

Otra de las propuestas es el uso ganadero, con la gestión de ganado caprino, muy eficiente a la hora de eliminar combustible vegetal. También el aprovechamiento de la leche, que permite transformar la materia en productos como el queso.

Otra de las propuestas es el aprovechamiento forestal, donde la estrella es el castaño. Es una especie deficitaria en estos momentos en España. El responsable del proyecto Mosaico explica que se necesitan 40.000 nuevas hectáreas para cubrir la demanda que existe y en Las Hurdes, por ejemplo, se dan las condiciones idóneas para su crecimiento.

En materia de gestión del territorio se acompaña tanto a ayuntamientos como a comunidades de propietarios. Es el caso de Descargamaría, junto al río Árrago, donde se concentran miles de hectáreas de pinares en parcelas privadas sin ningún tipo de gestión.

Allí los vecinos han cedido la gestión de 4.000 hectáreas a la administración para crear un ‘monte protector’. La Junta se hace cargo de la explotación del terreno, y los vecinos, que no pueden hacerse cargo de las tierras, recibirán los beneficios que aporte la explotación de las tierras. Al mismo tiempo logran reducir considerablemente los riesgos de incendio.

Otro caso es el de Acebo, donde existe una gran extensión con muchos propietarios que no dividieron la tierra. Mosaico les acompaña tras la creación de una junta gestora, que se encargará de trabajar las tierras en nombre de todas las personas propietarias.